
Isabel Barreiro, la esposa del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, no tuvo ningún problema para encontrar trabajo en la empresa privada cuando en marzo de 2010 cesó como directora de gabinete de Juan José Güemes al frente de la Consejería de Sanidad de Madrid. En septiembre de ese mismo año, Barreiro, que fue también diputada en la Asamblea de Madrid por el Partido Popular durante la pasada legislatura, fichó por el laboratorio farmacéutico británico GlaxoSmithKline (GSK) como directora autonómica de asuntos sanitarios.
Al contrario de lo que sucedió con Güemes, que tuvo que esperar dos años para incorporarse a Unilabs y no saltarse así la Ley de Incompatibilidad de Altos Cargos, Barreiro tenía libertad legal para marcharse donde considerara. De acuerdo con los expertos jurídicos consultados por elEconomista, otra cosa es que fuera ético que dejara sus responsabilidades al frente de Sanidad y se fuera inmediatamente después a una empresa de este mismo sector, que se presenta además a continuos concursos públicos de esta administración.
La normativa de incompatibilidades de la Comunidad Autónoma de Madrid afecta sólo al director de gabinete de Presidencia, pero no al resto. La ley establece que entran en el régimen de incompatibilidades "los titulares de cualquier puesto de trabajo que implique funciones directivas (...) cuyo nombramiento se efectúe mediante Decreto del Gobierno", y ese no fue el caso de la mujer de García-Margallo. "Se trata de un cargo de libre designación cuyo nombramiento no requiere la aprobación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM)", explicaron ayer fuentes de la consejería.
Altos cargos
GlaxoSmithKline (GSK) declinó hacer ayer, en cambio, ningún tipo de valoración al respecto. Este periódico trató también de contactar, sin éxito, con Barreiro para conocer su posición al respecto.
La ley actual establece que "durante los dos años siguientes a la fecha de su cese, los altos cargos no podrán realizar actividades privadas relacionadas con los expedientes sobre los que hayan dictado resolución en el ejercicio del cargo".
Aunque la función de Barreiro no fuera esa, es evidente que era la mano derecha de Güemes y tenía, por lo tanto, una relación muy estrecha con él y estaba plenamente al tanto de todos los contratos sanitarios que se adjudicaban en la región.
Diputada del PP en Madrid
Licenciada en Derecho y experta en fiscalidad, Isabel Barreiro desarrolló la primera parte de su actividad profesional en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), donde ostentó el cargo de subdirectora del Servicio Fiscal desde 1986 hasta 2000, cuando José Folgado la reclamó para ponerse al frente de la Dirección General de la Pequeña y Mediana Empresa en el Ministerio de Economía, puesto que desempeñó hasta el año 2004.
Posteriormente, Juan José Güemes la fichó cuando desempeñaba el cargo de consejero de Empleo y Mujer en la Comunidad de Madrid. Barreiro fue nombrada entonces -en julio de 2004- en el Ejecutivo madrileño como directora del Área de Formación Continua y Emprendedores del Servicio Regional de Empleo. Ya en junio en 2007, cuando Güemes pasó a ocupar el puesto de consejero de Sanidad, Isabel Barreiro dejó su cargo en la Consejería de Empleo y le siguió a Sanidad como su jefa de Gabinete.
En ese mismo año, Barreiro también entró en las listas del Partido Popular de Esperanza Aguirre para la Comunidad de Madrid. Salió elegida como diputada autonómica en la Asamblea, un puesto que compagina con su cargo en la Consejería de Sanidad.
Ahora desde su nuevo puesto como directora de Asuntos Sanitarios de GSK, la esposa de García Margallo mantiene una estrecha relación no sólo con el sector, sino con las instituciones sanitarias de la Comunidad de Madrid, donde ella misma trabajó hasta hace poco.