Los accionistas del Santander, Telefónica, BBVA, Iberdrola, Repsol, CaixaBank y Gas Natural pueden recibir hasta 14.000 millones de euros en títulos
Lo vintage sigue en auge y las prendas con estilo retro inundan las pasarelas... pero no el parqué español, donde lo nuevo se impone a lo antiguo. El reparto del dividendo a través de la emisión de nuevas acciones (lo que diluye al propietario de la compañía) es lo que gana cada vez más peso frente al tradicional pago en metálico. En su caso, ni siquiera es una cuestión de moda, sino de ser prácticos. Las compañías han encontrado en esta fórmula una vía para retener más efectivo en su caja y, sobre todo, mantener la remuneración constante cuando sus beneficios decrecen. Resulta tan eficaz que el scrip dividend -así se conoce a esta alternativa a la remuneración convencional- será mucho más que una tendencia de moda en el próximo año. Un 63% de la remuneración total que distribuirán los diez grandes valores de la bolsa española con los beneficios de 2012 vendrá con la etiqueta de scrip dividend.
En la práctica, esto se traduce en que las compañías puedan ahorrarse pagar en dinero hasta 14.000 millones de los casi 22.270 millones que está previsto que distribuyan entre sus accionistas. Sólo Inditex, Endesa y Abertis seguirán sin emplear esta forma de remunerar, si bien la última sí que continuará con su tradicional entrega de acciones mediante una ampliación liberada de capital. Entre tanto Banco Santander, Telefónica, BBVA, Iberdrola, Repsol, CaixaBank y Gas Natural seguirán repartiendo al menos la mitad de su dividendo mediante esta fórmula.
Antes de recortar las próximas retribuciones para sanear los balances y mantener liquidez, muchas compañías volverán a hacer uso de este cartucho. Santander anunció esta semana que los cuatro pagos que abonará con los resultados de este año incluirán el scrip dividend, cuando entre los cuatro repartidos con cargo a 2011 hubo uno que no ofrecía esta opción. Así, el accionista esta vez podrá escoger todos los trimestres entre las tres alternativas posibles: recibir nuevas acciones del banco, vender en el mercado los derechos que le correspondan o que la entidad se los compre por "aproximadamente" 0,15 euros por título, el precio al que se ha comprometido.
Si todos los accionistas del Santander aceptasen el pago con títulos, la entidad dejaría de pagar en metálico unos 5.661 millones de euros el próximo año. Es una posibilidad remota ya que los porcentajes de aceptación del scrip dividend no alcanzan nunca el 100%. Pero si los propietarios de en torno al 75% del capital se inclinan por recibir títulos durante cada trimestre, que es el porcentaje que hubo en el último pago del banco, el Santander se ahorrará abonar en efectivo unos 4.256 millones de euros. Eso sí, el accionista verá diluida su participación cuando se emitan nuevos títulos.
No obstante, hay que tener en cuenta que hoy prima la liquidez para muchos inversores, por lo que al mismo tiempo que las compañías incluyen cada vez más el pago con títulos, algunos accionistas huyen de él y estos porcentajes de aceptación están bajando. "La capacidad de las compañías españolas para emitir scrip dividend podría estar en peligro ante la evolución económica y las presiones regulatorias. Estas presiones podrían hacer que los bancos y los inversores privados estén menos dispuestos a aceptar las acciones en lugar de dinero en efectivo", advierte la agencia de calificación Fitch.
Las entidades cuentan con la ventaja fiscal que ofrece recibir acciones para atraer al inversor hacia esta fórmula, puesto que no se tributa por ellas mientras no se vendan y en el caso del pago de dividendo en efectivo sí está sujeto a retención.
Por el contrario, la rentabilidad actual es el gran atractivo de cobrar la retribución en metálico. Aquellos que compren hoy títulos de Santander recibiran un rendimiento del 12% si cobran los 0,60 euros de 2012 en efectivo.
¿Seguirán los pasos?
La entidad que preside Emilio Botín fue la primera en incorporar el scrip dividend en su política de remuneración y, por el momento, es la única que ha confirmado que ofrecerá esta alternativa en todos sus pagos. Si el resto de compañías repite los mismos pasos que hasta ahora, BBVA, Repsol, Gas Natural y CaixaBank tienen la posibilidad de repartir hasta la mitad de su retribución en acciones el próximo año. El porcentaje máximo alcanza el 60% en el caso de Telefónica, que ya tiene confirmada su propuesta, y puede rondar el 90% en el de Iberdrola.
Quien se estrena precisamente este semana en esta política de retribución es Repsol. Se enfrenta en los próximos días a su primer scrip dividend. El jueves comenzó el periodo para solicitar en metálico el último dividendo con cargo a 2011 -el plazo finaliza el próximo viernes- o de lo contrario la compañía entregará la retribución con acciones. La petrolera se ha comprometido a pagar con 0,545 euros por acción a quien lo reclame.
El cambio en su política de retribución no acaba aquí. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, reconoció durante la presentación de su plan estratégico en mayo que su dividendo actual es "insostenible" y que bajará el porcentaje de los resultados que destina a retribuir -hasta un rango entre el 40 y el 55%- con el objetivo de mantener su actual calificación crediticia. El consenso de analistas prevé que la retribución de la petrolera se quede en los 0,84 euros, con lo que en total podría abonar unos 1.026 millones de euros. Si de esta cantidad suponemos que la mitad puede estar sujeta a entregarse en acciones, Repsol retendrá efectivo por más de 500 millones de euros, a diferencia, por ejemplo, de los alrededor de 1.280 millones de euros que el grupo distribuyó en metálico entre sus accionistas con los beneficios de 2010.
Ahora bien, habrá que esperar a conocer la acogida que tiene esta nueva fórmula, porque es lógico que algunos accionistas de referencia de la petrolera, como Sacyr o CaixaBank, renuncien a recibir acciones precisamente por las necesidades de liquidez actuales.
Por su parte, Gas Natural ya es más veterana en el scrip dividend. Hasta ahora la compañía ofrece esta alternativa en dos de sus cuatro pagos del año. Los bancos de inversión esperan que eleve la retribución hasta los 0,9 euros, de manera que 0,523 euros puedan cobrarse con títulos. En su caso, la aceptación ya está contrastada, pues la última vez se acogieron a los nuevas acciones los titulares de más del 80% del capital.
Pero si hay una compañía en la que ha sido bien recibido el scrip dividend es CaixaBank. La entidad emplea esta fórmula en dos de sus cuatro entregas, las de septiembre y junio, y a la última emisión se acogió un 98% del capital. Su intención es seguir combinando las dos formas de remunerar, aunque hay expertos que apuntan a que precisamente las entidades de este sector son las mayores candidatas a seguir los pasos del Santander y ampliar la opción a más fechas con el fin de seguir recomponiendo sus balances y evitar recortes en el dividendo. "Con la escasez de efectivo imperante y la necesidad de reforzar los balances de las entidades, cada vez más se intentará ofrecer al accionista alternativas al cobro en efectivo", señala Rafael Collada, de MG Valores.
Los analistas confían en que BBVA mantendrá su retribución intacta en los 0,42 euros, de manera que de los 2.160 millones de euros que reparta podría volver a ofrecer unos 1.132 millones en títulos (0,22 euros por cada acción). Si es así y de nuevo tiene una aceptación de en torno al 76 por ciento como ocurrió en el pago de abril, la entidad sólo tendrá que abonar en metálico 1.300 millones de euros en 2012.
Las que quieren pagar menos efectivo
Con cada vez más adeptos, el scrip dividend también se ha convertido en el recurso para otros gigantes de la bolsa española que, aunque no necesitan sanear sus balances como en el caso de la banca, sí urgen de dinero en efectivo para reducir sus niveles de endeudamiento. Telefónica es el ejemplo perfecto. La operadora modificó su política para reducir el pago enteramente en efectivo a 0,4 euros de los 1,5 euros (el importe incluye la amortización de acciones por 0,2 euros por título). Un 60% de este dividendo se ofrecerá en acciones, por lo que la compañía cuenta con la opción de entregar hasta 4.096 millones a través de títulos de los 6.826 millones de euros con los que remunerará.
En el caso de Iberdrola, el consenso de mercado prevé un dividendo de 0,326 euros por acción y si la eléctrica mantiene el pago en efectivo en 0,03 euros, sólo saldrá de la compañía una décima parte del total con el que retribuye, unos 1.947 millones de euros. Aunque lo esperado es que tenga que abonar más dinero, ya que sólo un 50% de sus accionistas suele aceptar acciones.