
El negocio de la seguridad privada a nivel europeo se dio cita ayer en la sede de la CEOE para acoger la cuarta cumbre europea del sector que tras pasar por Francia, Suecia y Bélgica elegía Madrid para su encuentro.
El ministro de Interior, Jorge Fernández, comandó las ponencias inaugurales destacando durante la suya la importancia de una nueva ley de seguridad privada que se adapte correctamente a un sector que factura 3.200 millones de euros anuales y cuenta con casi 90.000 empleados activos. Según indicó el ministro, el proyecto de ley "está ya muy elaborado y pronto se llevará al Consejo de Ministros". Y aclaró: "Que nadie piense en privatización de la seguridad pública, sino en aprovechar el potencial de la seguridad privada".
Crisis
Por su parte, otro de los invitados de gala y huésped, Juan Rosell, presidente de la CEOE, dedicó su ponencia a hablar ante los asistentes europeos de crisis, déficit y el superávit del que un día gozó este país. Y en el camino de las reformas, que considero pertinentes, apuntó que "no es cuestión de destruir lo bueno que tenemos, sino adapartarlo a la realidad".
La cumbre arrancó ayer y cerrará hoy bajo el título El papel cambiante de los servicios de seguridad privada enfocada principalmente a elaborar un diálogo sobre los nuevos modelos de negocio que se presentan, un negocio que ya ha mutado bastante desde 1992, año en que se redactó la presente ley, y que ha visto nacer nuevas formas delictivas como las cibernéticas.