"España se mueve". Prueba de ello son los datos de cierre de la IV edición del Salón MiEmpresa que se celebró en Madrid los pasados 12 y 13 de febrero: un 12 por ciento más de asistentes que el año anterior, lo que demuestra, una vez más, el cambio sociocultural que está viviendo nuestro país en materia de emprendimiento.
Para Sebastián Charlier, consejero delegado de Creaventure (organizadora del evento), con estos resultados "seguimos demostrando que en España hay todo un colectivo luchando para hacer realidad sus sueños y consolidarlos en un contexto de crisis como el actual, donde lo de más daño hace es el alejamiento de instituciones y actores políticos de la sociedad en general y de emprendedores, pymes y autónomos, en particular".
Candice Laporte, socia y cofundadora de Creaventure, se muestra muy satisfecha con los resultados obtenidos y señala que el Salón ha cumplido su objetivo de "llamar la atención sobre todos los ladrillos para construir un proyecto sólido". Insiste también en que es necesario reinventarse y ser consciente de que no se puede contar con lo público para todo. En este sentido, considera que el apoyo de las administraciones públicas al Salón, "podía haber sido mayor", de hecho, la única personalidad que lo visitó fue la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
El evento ha contado este año con más de 220 ponentes y 70 expositores entre empresas, entidades financieras, organismos públicos y asociaciones como ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos) y Upta (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), las cuales valoran de forma muy positiva los resultados obtenidos.
Fernando Pérez Chavida, secretario de organización de Upta, explica que "el Salón ha estado más animado que en años anteriores", de hecho, ilustra con datos el éxito de la convocatoria "en los dos días que dura el Salón, cerca de 2.000 personas han pasado por nuestro stand, de las cuales se han atendido personalmente a 375, que en su mayoría se integran en un perfil de jóvenes de 30 años de media". Si bien Chavida destaca el hecho de que esta afluencia demuestra que se está extendiendo la cultura del emprendimiento, "ésta se debe más a la necesidad que a la vocacionalidad"; de hecho, aclara que una de las cuestiones por la que más les han preguntado es por la fórmula de capitalización por desempleo.
Emprender es compartir
Aunque uno de los puntos fuertes de esta edición se encontraba en fomentar el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) en las pequeñas y medianas empresas como herramienta de optimización de recursos, entre los expositores se encontraban proyectos tan innovadores como el que gestiona y dirige Natividad Pérez, fundadora de Jung Proyect, que mediante su "gimnasio de atletas mentales" lleva cambiando, desde 2008, la mentalidad de empresarios y nuevos emprendedores. Para Natividad "el empresario es un científico de los negocios y, como tal, trabaja en un laboratorio experimental en el que debe perder el miedo al error y al fracaso" e insiste en que en nuestro país "es necesario un cambio de mentalidad. Hay que emprender sí o sí, ya que estamos en una era en la que hay más oportunidades que nunca" y debe empezar desde las propias instituciones, ya que "éstas están dirigidas por técnicos y directivos que no son capaces de ponerse en la posición del empresario".
Para Luis Folgoso, head of social business de Nubalia, otra de las cuestiones que nuestra cultura empresarial requiere es "un cambio de enfoque mediante el que se dé valor a las personas y no a los documentos. Se debe normalizar el uso de redes sociales corporativas internas que permitan a los empleados compartir soluciones y experiencias que saquen a la luz a personas innovadoras y con inquietudes". Folgoso afirma, además, que "estos sistemas permiten también una reducción de costes de soporte de un 9 por ciento de media y un incremento de la productividad de un 1,5 por ciento".
Esta opinión también es compartida por Julio Pérez-Tomé, innovation cosultant de Inno.me que con su "Generación SmartPerson" quiso destacar que "cada empleado es un director de comunicación de la empresa; la persona siempre ha de estar en el centro". En este sentido, señala que "las TIC hacen las cosas fáciles y permiten la gestión de información sin necesidad de emplear tanto tiempo, tiempo que destinaremos a nuestro disfrute personal y a mejorar nuestra productividad".