Empleo

La crisis alarga un 2,8% la jornada laboral de los españoles, pero sin más vacaciones

  • La productividad por empleado aumenta un 11,1% desde 2008
Imagen de Thinkstock.

Los españoles no se pueden quejar del número de días de vacaciones de los que disfrutan cada año: 22 días laborables. Es el mínimo estatuario legal, a lo que se suman los 14 días festivos. Una cifra que a priori llama la atención, máxime con una tasa de paro que coquetea con el 25%. Pero lo compensamos, ya que desde que comenzó la crisis, las vacaciones no han aumentado, mientras que nuestra jornada laboral sí lo ha hecho, un 2,6% más. Por el contrario, en el conjunto de la OCDE, la jornada se ha rebajado.

La mayoría de expertos consultados por elEconomista no considera imprescindible que merme la cantidad de vacaciones que tenemos. Se trata, explican, de una cuestión de productividad, no de días trabajados. Y también hemos avanzado en esa dirección. Así lo ponía de manifiesto un reciente informe elaborado por BBVA Research, donde se explicaba que "España es el país de la Eurozona que recupera su competitividad y productividad de forma más rápida". De acuerdo con los expertos de la entidad, este hecho "puede situar a la economía española en el camino de la recuperación de forma sostenida".

Según el estudio, la productividad por empleado en nuestro país se ha incrementado un 11,1% desde que en 2008 la crisis dio el pistoletazo de salida.

El tercer esfuerzo en esta crisis ha afectado a los bolsillos de los empleados. En concreto, el crecimiento de los salarios ha sido menor al de la productividad desde 2009, un 0,1%, donde ha permanecido prácticamente estable. Por el contrario, el resto de la zona euro se ha beneficiado de un incremento medio del 3,7%.

Conclusión: trabajamos más, cobramos lo mismo y no hemos aumentado nuestros días de vacaciones. De hecho, tampoco España es el país que goza de más vacaciones.

Demasiada rigidez

Respecto al controvertido asunto de las vacaciones, el profesor de la Universidad de Oviedo e investigador de Fedea, Florentino Felgueroso, lamenta que nuestra estructura laboral, respecto a los horarios, es rígida. Felgueroso reconoce que la reforma laboral permite cambiar la jornada a los empleados para ajustarla a las necesidades de la empresa, aunque subraya que "hay cláusulas que evidencian que puede afectar más positivamente a la empresa que al trabajador" y ello puede llevar a una desmotivación del empleado. Por ese motivo, aboga por un marco más flexible que se adapte tanto a la empresa como al empleado.

El docente añade un matiz: "Los países donde se trabaja más son menos productivos." Y es que, según explican algunos expertos laborales, cuanto más se trabaja, también se producen más interrupciones.

El investigador de Fedea deja en el aire la posibilidad de que se ajusten los horarios de manera que si se trabajan menos horas, se descansa más a diario y se necesitan menos vacaciones.

El director de Recursos Humanos de la Escuela Europea de Dirección y Empresa (EUDE), Federico Ruiz, no niega que se pudiera ganar competitividad si se restaran días de vacaciones o jornadas festivas, aunque en su opinión, es un asunto que tiene que ligarse a la productividad. "Que se quiten dos o tres días de vacaciones al año no es sustancial", considera. "Aunque tengamos 36 días de vacaciones al año, nos quedan otros 329 para trabajar", matiza, y sentencia que "hay que intentar ser más productivos".

Adiós 'acueductos'

Para Joaquín Trigo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), "no estaría de más" eliminar algunos días de vacaciones al año porque, considera, "tenemos demasiadas fiestas". Además, lamenta que el Gobierno trata de llevar a cabo una devaluación interna, es decir, "que todo lo que hagamos sea más barato", algo que, en opinión de Trigo, "desmotiva al empleado". Para el director del IEE, lo que tenemos que hacer ahora es "trabajar más y mejor".

Lo cierto es que en España se han realizado ya propuestas. La patronal CEOE propuso hace unos meses que los festivos que no coincidieran con un lunes o un viernes se pasaran a esos días para evitar los conocidos "acueductos" y que quedaran en simples "puentes". Una acción que "ya haría bastante", explica. Aunque el sector de turístico advirtió de que podría ser nocivo.

Cuestión de veteranía

Al otro lado del charco, la fidelidad hacia la empresa se consigue a través del premio de tener vacaciones. Canadá y Estados Unidos son países poco generosos en la concesión de vacaciones. Así, por ejemplo, en Canadá las vacaciones varían en función de la provincia. Sin embargo, algunas organizaciones premian con hasta seis semanas de vacaciones al año a sus empleados. Pero bajo un requisito: antes deben llevar 20 o incluso 25 años trabajando en la misma empresa. Las compañías estadounidenses no tienen obligación de remunerar a un trabajador el día que no acude a su puesto. Sin embargo, quienes permanezcan una década en la misma empresa pueden disfrutar de dos semanas de vacaciones.

En cuanto a los festivos, los canadienses son más afortunados que los empleados estadounidenses, ya que pueden disfrutar cada año de nueve jornadas festivas.

En América del sur, los países donde más vacaciones se conceden por ley son Venezuela, 24 días al año, Perú y Brasil, con 22 días al año, y Argentina, 20 días.

Por el contrario, los trabajadores de Colombia y de Chile sólo cuentan con 15 días de vacaciones. Aunque ambos países, por su parte, cuentan con bastantes días festivos al año, que compensan. Así, Colombia disfruta de 18 festividades al año y Chile 14 días de fiesta cada doce meses.

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