Consumo

"Pescanova se liquidará si la banca no acepta una quita del 80% en 15 días"

Juan Manuel Urgoiti. Foto: Efe.

Lleva tan sólo tres meses al frente de Pescanova, pero Juan Manuel Urgoiti tiene las cosas claras: la banca debe aceptar en quince días una quita para que Pescanova no se vea abocada a la liquidación.

En una entrevista con elEconomista repasa la delicada situación de la compañía y se queda con una imagen durante la visita que realizó a una factoría del grupo: la sonrisa y las "muchas ganas" de trabajar de varias empleadas que llevan 30 ó 40 años en la empresa.

¿Cómo va la negociación con la banca para que acepte la quita?

No hay nada definitivo. Se han tenido conversaciones para conformar los grupos negociadores y habrá noticias mucho más claras a partir del 30 de diciembre y primeros días de enero. Creo francamente que se va a llegar a un acuerdo. La quita va a ser muy importante -por encima del 75%- y la situación de la sociedad exige un esfuerzo de ese calibre porque si no, no saldríamos adelante. No tiene sentido poner un parche y que dentro de 6 meses se esté en la misma situación. De aquí se sale o con una compañía limpia, capaz de crecer y de mejorar los negocios, o a la liquidación.

¿Si la quita es demasiado alta, los bancos pueden pensar que, para eso, es mejor liquidar Pescanova?

No, porque la liquidación les lleva a cero prácticamente. Entre gastos, tiempo... Esto no es una inmobiliaria, que dejas los activos quietos y a lo mejor con suerte valen más pasado un tiempo. Hay que enfocarlo con la mentalidad de una empresa industrial. Si se para o pierde productividad, ella misma se liquida. Mantenemos el ritmo porque los empleados han respondido maravillosamente bien. He recorrido las plantas y veo ambiente de trabajo. No digo de optimismo, pero sí de deseo y ayuda.

Pero los bancos dicen que la quita no la van a aceptar: prefieren liquidar o buscar otros fondos que entren.

Pueden decirlo, pero en la liquidación no van a recibir prácticamente nada. Entre recibir un 20 por ciento, que puede crecer el día de mañana, o elegir cero, la elección no es dudosa. Además, si liquidan son los responsables directos y eso es muy serio en una empresa que es Marca España y que en el sector pesquero es referencia. Son reacciones que entiendo y respeto, pero si no hay quita se destroza en un momento lo que se hizo en décadas.

¿Y la entrada de otros fondos?

Es muy difícil, porque cuando seleccionamos la oferta que está en vigor nos basamos en bastantes criterios: la mejor viabilidad, una oferta firme y clara en dinero, la experiencia industrial, las mejores condiciones de continuidad en la empresa, dónde había más accionistas y más expertos que lleven el grupo de una manera profesional... Todo eso choca con algo que se nos escapa de las manos: los plazos judiciales. Si empezamos con inseguridades o ofertas que no van a llegar a tiempo... Esto hay que solucionarlo totalmente -firmado y todo- en enero. Para ello, el acuerdo de cómo se estructura tiene que estar para el 10 o el 12 de enero.

¿Qué puede pasar si no se firma el acuerdo a finales de enero?

Si el juez no ve claro que haya un acuerdo firme y una posición unánime de sacar adelante el grupo puede decir: "Liquido y se acabó".

¿Cuánto puede aguantar la empresa en situación concursal?

Lo que puede aguantar per se como industria en funcionamiento y creo que tenemos vida para el primer semestre, porque generamos negocio. Otra cuestión es lo que puede aguantar desde la óptica de los plazos judiciales y eso es muy poco.

¿Es suficiente la inyección de capital de 250 millones de euros?

Sí. El problema de esta compañía es el circulante para alimentar a la masa biológica (salmones, etc). No son cantidades tremendas: entre 180 y 190 millones. Más pagos atrasados que hay que resolver. Con eso, junto con el convenio de los acreedores, la empresa sale adelante.

¿Cómo se estructura esta ampliación de capital? ¿Qué aporta cada socio de la oferta ganadora?

La oferta, además de la inyección de 250 millones, incluye la ayuda en la solución del problema de Chile, que para nosotros es fundamental, porque va a representar en el futuro el 30 por ciento del ebitda del grupo. Los tres componentes que tiene Chile son dos factorías de salmón (una de ellas situada en la Región 12, que es el Estrecho de Magallanes) y Pescachile, que es la sociedad que se dedica a la captura y que tiene una flota de nueve barcos. Chile tiene un futuro muy interesante, porque se producen en el mundo 2 millones de toneladas de salmón, de las que 1 millón son en Noruega y 700.000 toneladas, en Chile, país en el que puede haber más crecimiento, porque el país nórdico tiene mucha regulación.

La pérdida de Pescachile, ¿podría arrastrar a todo el grupo?

No. Se disminuiría la estructura porque es otra empresa. Lo que queremos es que Pescanova sea una gran compañía que pivote en dos grandes grupos de trabajo -la pesca directa y su transformación- porque es la única empresa integrada verticalmente. La pesca directa representa el 50 por ciento de la compañía y el otro 50 por ciento son las tres grandes explotaciones acuícolas: salmón de Chile, rodaballo de Portugal y Galicia y langostino de Guatemala, Nicaragua, Ecuador y Salvador.

Pero... ¿tanto mercado hay?

Sí. En el mundo se producen 154 millones de toneladas de pescado y se consumen todas. De ellas, China produce 56 millones de toneladas y consume 54 millones. Con el incremento del nivel de vida y el mayor cuidado de la alimentación, los países más pobres están saliendo de la proteína vegetal y se pasan a la proteína de carne o marina. China está en ese movimiento. Eso supone apertura de mercado y nuevos demandantes.

El síndico de la quiebra chilena ha puesto en marcha la subasta de la filial y sus tres subsidiarias. Pescanova ha prometido inyectar 30 millones para evitarlo ¿le va a dar tiempo a llegar a esta subasta?

Sí. Porque no se realiza inmediatamente. Ahora mismo la ha congelado el administrador concursal, que es lo que nosotros queremos: llegar a un acuerdo que nos dé de plazo hasta el 16 de abril. Estamos en el buen camino. No queremos que se disgregue ningún activo de la compañía, porque nos interesan los tres.

¿Como está la situación en Namibia? ¿Existe el riesgo de que el Gobierno se quiera quedar con la filial?

El ministro de Namibia estuvo en Vigo, le di todas las explicaciones de rigor y quedamos en los mejores términos. No existe riesgo de que el Gobierno se quiera quedar con la filial. Tenemos muy buena gente allí y con una flota importante. Le damos mucha vida al país, donde operamos desde primeros de los años sesenta.

¿Es posible tras el plan de recapitalización que haya una reestructuración de plantilla?

Es posible, pero en ningún caso será traumática (con salidas incentivadas y prejubilaciones). En Galicia tenemos 2.700 personas y habrá que hacer seguro algún movimiento de integración. Las fábricas están muy bien mecanizadas y modernas, aunque los edificios son muy viejos. Además, sigue creciendo la demanda de los productos de fábrica de manera continua: entre un 8 o un 10 por ciento. Tiene que haber una reorganización desde el punto de vista gerencial. Los canales de comercialización son demasiados y no muy bien estructurados.

¿Los ratios de productividad de los empleados son mejorables?

Francamente sí. Hay algunos que están por debajo. La respuesta de los empleados ha sido muy positiva y la de los sindicatos también. Desde CCOO se reconocía que tendría que haber alguna reestructuración de la plantilla en el futuro.

¿Y la flota de barcos?

También hay que analizarla. Hay 91 barcos y también puede haber un recorte. Creo que es la mayor flota pesquera de Europa, pero es muy complicada porque trabaja por ciclos y concesiones y a veces los barcos tienen que estar cinco meses parados. Tienen una edad media alta, pero desde el punto de vista técnico -como motores o tratamiento del pescado- están al día y pueden seguir más años.

¿Sobran también directivos intermedios? ¿Hay demasiado funcionariado en la compañía?

Tendrá que haber una estructura más simplificada. Lo primero que tendremos que hacer al salir de esta situación es elegir un consejero delegado que lleve el día a día.

¿Usted tiene vocación de continuidad o cuando se arregle la situación de la empresa dejará el barco?

Me gustaría primero dejar la compañía operativa y luego -probablemente un tiempo, no sé cuánto- disfrutar de ella. Hay que trabajar mucho y deprisa, porque son tales las posibilidades de Pescanova...

¿Qué opina de las subidas de sueldo de Sousa en plena crisis?

Lo único que puedo decir es que ni los nuevos consejeros, ni el presidente, que entró el 12 de septiembre, han cobrado un duro.

¿Estudian actuar contra Sousa como hizo SOS con Salazar?

No. Las querellas que se han presentado hasta ahora son particulares, de antiguos consejeros y accionistas, etc. La compañía no ha presentado ninguna querella y no está previsto.

Pero Sousa sí que reclama 9 millones por un crédito que asegura haber dado a Pescanova...

Reclamó primero despido improcedente, pero él dimitió y pidió una cantidad cercana a los 600.000 euros. Ya el juez ha decidido en contra y en el caso del otro crédito, desconozco la fase procesal, pero supongo que irá por el mismo camino...

¿Será KKR quién haga un esfuerzo mayor en la inyección de capital?

Sí. Sería KKR quién hiciera más esfuerzo económico de los cuatro miembros de la oferta y jugará un papel financiero relevante, aunque empresarialmente la lidera Damm.

Elvira Rodríguez ha dicho que toda la porquería de Pescanova estaba en las cuentas en B, ¿es así? Si la presidenta de la CNMV lo dice, así es.

¿Cuándo volverá a ser rentable?

Los primeros 12 meses a partir de que se firme el acuerdo superará los 100 millones de ebitda y entre el tercero y el cuarto año se alcanzarán los 200 millones de euros. Es una compañía rentable.

¿Venderán algún activo?

No lo contemplamos. Vendimos Australia porque no era core business y puede haber desinversiones muy parciales, como un cocedero en Bretaña, pero hay que verlo. Es totalmente marginal y más que venta es reestructuración. ¿Tiene sentido una factoría de reparación de buques en Sudáfrica? Pues no lo sé.

¿Sobrevivirá Pescanova?

Sí. Tajantemente, sí.

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