Turismo y Viajes

De cómo se deja todo para viajar un año por Sudamérica

Somos Sara y JAAC, los autores del blog SaltaConmigo.com. Os contamos como la pasión por viajar puede superar cualquier miedo y hacer que te atrevas a dejarlo todo e irte a... ¡saltar por el mundo! Ahora estamos de vuelta en Madrid, listos para empezar desde cero después de un viaje de un año y una semana por diez países de Sudamérica y la Antártida.

Hace unos años decidimos que el dinero ahorrado para comprar una casa más grande lo dedicaríamos a nuestra gran pasión: los viajes. Fue así que el 30 de marzo de 2013 nos lanzamos a la aventura, dejando nuestros trabajos y nuestras rutinas atrás, en Madrid. ¿Y en tiempo de crisis hicisteis eso, desgraciados? ¡Sí, lo hicimos! Las familias no se lo tomaron muy bien, pero ésa es otra historia...

En un año de viaje por Sudamérica hemos cumplido muchos sueños viajeros, visitando maravillas que desde siempre habían estado rondando en nuestras cabezas de "viajeros soñadores". Pero también descubrimos sitios para nosotros desconocidos y que, si cabe, nos han dejado aún más sin aliento. Lo bueno de no planificar... y de tener tiempo. Os hablamos de cuatro de ellos que no parecen de este mundo.

En Brasil hay un desierto que, cada año, en la época de lluvia, se inunda. ¿Un desierto con agua? ¡Sí! Las dunas de arenas se alternan con lagunas de agua cristalina en las que es posible bañarse. Un verdadero espectáculo de la naturaleza. Son las Lençois Maranhenses y se encuentran cerca del pueblo de Barrerinhas.

En la cima de los tepuys, los grandes altiplanos de la zona de la Gran Sabana venezolana, se encuentra uno de los ecosistemas más antiguos del planeta que ha conseguido conservarse. Paisajes y fauna -incluida una minúscula ranita negra- que no se pueden encontrar en ningún otro lugar del mundo. La ascensión de seis días al tepuy Roraima -con una infección de muela de por medio- fue una de las experiencias más duras y, al mismo tiempo, más plenas del viaje. Se llega desde el pueblo de Santa Elena de Uairén.

La Patagonia era uno de nuestros grandes objetivos, pero de las Cuevas de Mármol y de la Tierra de Colores no habíamos escuchado hablar nunca. Y esta última parece desconocida hasta allí? Las primeras son cuevas excavadas por el viento y el agua en el lago General Carrera, en Chile. Los reflejos del agua turquesa en ellas crean un espectáculo único. Al otro lado de la frontera, en Argentina, está la Tierra de Colores, cerca de las algo más conocidas Cuevas de las Manos. Unas colinas de color amarillo y rosa "chillón", ¿os las imagináis? A las cuevas se llega desde Puerto Tranquilo, Chile, y a la Tierra de Colores desde Perito Moreno, Argentina.

¿Y la Antártida? Ésa es otra historia, que tiene vida propia...

Lo importante. Es fácil cumplir nuestros sueños, sólo hay que dar el primer paso, el resto viene sólo. ¡Nos vemos por el mundo!

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