
La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, dijo este jueves que hay una "voluntad política absoluta" de fortalecer el euro, durante sus conversaciones con el primer ministro de China, Wen Jiabao, acerca de la crisis en la eurozona.
"Le dije al primer ministro Wen que hay muchas reformas que están en camino actualmente y ello es porque hay una voluntad política absoluta de hacer que el euro sea de nuevo una moneda fuerte", declaró Merkel a los reporteros tras su encuentro con el mandatario chino.
La canciller alemana se reunió con el primer ministro chino Wen Jiabao, en su segunda visita a China en siete meses, centrada en los problemas de deuda de Europa, que comienzan a afectar a ambas potencias.
Al cumplirse casi tres años de una crisis en la zona euro que está dando señales de extenderse a China, segunda economía mundial, Pekín considera a Alemania como un actor fundamental para atender el problema.
China está preocupada por el agravamiento de la crisis en la zona euro pero "seguirá invirtiendo en la Unión Europea", declaró Jiabao al recibir en Pekín a Merkel. "La crisis de la deuda europea siguió agravándose recientemente, causando fuertes inquietudes en la comunidad internacional. Francamente, yo también estoy preocupado", agregó.
"Hay dos preocupaciones principales: primero saber si Grecia va a salir de la zona euro. Luego saber si Italia y España van a adoptar medidas de rigor completas", recalcó.
Merkel detalló a su homólogo chino las medidas que Europa piensa tomar para superar la crisis, insistiendo en "la voluntad política absoluta" de devolver su fuerza al euro.
"El hecho de haberla escuchado me ha dado confianza, pero debo decir que la aplicación de esas medidas no será un remanso de tranquilidad", dijo Wen Jiabao.
Al frente de una delegación que incluye a varios ministros y grandes empresarios, Merkel se entrevistó con Wen al inicio de su visita de dos días, durante la cual la canciller se trasladará luego a una planta de montaje del fabricante de aviones europeo Airbus, cerca de la ciudad de Tianjin.
"China y Alemania, ambas economías de primer plano y gigantes de la manufactura y la exportación, trabajan juntos para afrontar la crisis", dijo el viceministro de Relaciones Exteriores chino, Song Tao. "Esta relación bilateral ha ido más allá del ámbito bilateral y adquirió un significado global", agregó.
Los europeos manifestaron la esperanza de que China despliegue parte de sus reservas de divisas -las más importantes del mundo- para invertir en un fondo de rescate destinado a Europa, pero el gigante asiático ha dado de momento escasas señales concretas en ese sentido.
Alemania y China buscan además fortalecer sus relaciones económicas, en momentos en que ambas comienzan a ser golpeadas por la crisis de la eurozona.
China firmó este jueves un contrato por 3.500 millones de dólares con el fabricante de aviones europeo Airbus para la compra de 50 aparatos, informó la agencia oficial Xinhua.
Alemania es el principal socio comercial de China dentro de la Unión Europea, con casi la mitad de las exportaciones europeas a China provenientes de ese país. Por otra parte, casi un cuarto de todas las importaciones europeas desde China van a Alemania. El comercio bilateral entre las dos potencias alcanzó 169.000 millones de dólares en 2011, en aumento del 18,9% con relación al año anterior.
"Alemania es una economía orientada hacia la exportación, mientras que China es el mercado más importante del mundo", dijo Song, agregando que los dos países pueden cooperar en materia de industrias emergentes, infraestructura y energía renovable, entre otros rubros.
Merkel también preveía abordar temas no comerciales con Wen, incluyendo cuestiones sensibles como la crisis siria y los derechos humanos, y presionar en favor de la libertad de prensa en China.
China se sumó a Rusia en el recurrente recurso a sus derechos de veto para impedir la aprobación de resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU destinadas a intervenir en el sangriento conflicto en Siria, adoptando una posición adversa a la de las potencias occidentales.
Se esperaba que Merkel abordase el tema de la libertad de prensa con Wen tras las peticiones presentadas por unos periodistas alemanes que denunciaron crecientes dificultades en el ejercicio de su profesión en China. Antes de la visita, los periodistas alemanes que trabajan en China escribieron una carta a Merkel denunciando que las autoridades de Pekín practican una "deliberada obstrucción" de su trabajo, amenazando con no renovar sus visados e intimidando a sus asistentes locales.
Un responsable alemán confirmó además que la cuestión de los derechos humanos también estuvo en la agenda, en un contexto de crecientes reclamaciones para que se tratara la situación en Tíbet.