
Cuenta con una silla en el G-7, un puesto destacable en los rankings mundiales y una historia económica que aparece en todos los manuales. Sin embargo, cada vez queda menos de la gran Francia admirada por tantos. De ser una auténtica potencia industrial del mundo ha pasado a tener unos costes laborales muy elevados, un sector exterior pobre y una economía estancada que se aleja de los grandes actores internacionales y que pierde peso en el mapa mundial. El espíritu de los países mediterráneos cada vez sobresale más en un país que intenta seguir vistiendo el uniforme de vieja gloria centroeuropea.
Los mercados también respetan la tradición, ya que, en el fondo, es muy difícil cambiar una percepción construida durante décadas. No obstante, el tratamiento que hacen los inversores de Francia respecto a los países periféricos cada día tiene menos apoyos. ¿Realmente es sostenible una prima de riesgo en torno a 70 puntos básicos en Francia y de 370 puntos en España? ¿Es esta la distancia real entre los dos países? La respuesta de los expertos es clara: no, sin dudas ni matizaciones.
"Hay una cierta contradicción entre la prima de riesgo de Francia y de los países periféricos", explica Javier Flores, analista de Asinver, ya que "el país está recibiendo un tratamiento del mercado que se corresponde más al de un país de Europa central". "Está muy comprobado que las agencias de rating, y en general, el juicio del mercado hacia los activos de un país, se ve muy influido por la tradición y el pasado", indica Daniel Pingarrón, analista de IG Markets.
En septiembre de 2008 el sistema financiero de EEUU se derrumbaba a los pies de Lehman Brother's y daba el pistoletazo de salida a una crisis que todavía se siente con fuerza en Europa. En ese momento, la prima de riesgo (diferencial que mide la rentabilidad del bono a diez años de un país respecto al alemán) de Francia se situaba en 25 puntos básicos, mientras que en el caso de Italia apenas llegaba a los 30 puntos y a los 40 para España. Cuatro años y medio después, el spread italiano y español se ha multiplicado por nueve hasta los 350 y 380 puntos respectivamente, mientras que el francés apenas ha avanzado hasta la zona de los 70 puntos. Una diferencia que los analistas consideran desmesurada.
"Si tenemos en cuenta la situación de los dos grupos de países, la prima de riesgo de Francia debería estar en los 100 puntos", explica Julián Lirola, analista de SelfBank. "En función de las condiciones del mercado de cada momento, el diferencial francés debería moverse entre los 100 y los 150 puntos", advierte Flores, "mientras que las de España e Italia deberían estar 100 o 150 puntos por debajo".
Deuda e impago
Si bien cambiar la percepción que tienen los mercados de un país es tarea complicada, también es cierto que lo que realmente mueve la cotización de los bonos, más allá de la salud económica de un país, es la posibilidad de impago. En este sentido, Francia forma parte del corazón mismo de la Unión y del euro, por lo que tiene el mismo respaldo que el propio proyecto europeo antes de quebrar. Además, mientras el país siga cumpliendo con los objetivos de estabilidad presupuestaria, el riesgo de impago se mantendrá limitado.
"La clave que miran los mercados es el déficit, por lo que, si sigue demostrando que está bajo control, su prima de riesgo no se tensionará mucho más", indica Lirola. Según el consenso de analistas que recoge Bloomberg, París conseguirá mantener este ratio en el 3,5% este año y en el 2,9% en 2014. Francia tuvo un déficit del 4,8% en 2012, tres décimas más que el objetivo.
El tamaño de la deuda pública de Francia tampoco permite relajar sus políticas de ajuste, ya que el pasivo de las Administraciones Públicas del país respecto a su PIB supera incluso la de España, según los datos publicados por los institutos de estadística de los países y a falta de confirmación por el Eurostat. En concreto, la deuda de Francia alcanzó en 2012 el 89,1% de su producción, un nivel que se aproxima más al de España -del 84,1%- que al de Alemania -del 78,3%-. Según las previsiones de la Comisión Europea, la deuda del país galo podría alcanzar el 95% de su PIB en 2015.
Colección de malos datos
Las previsiones económicas para Francia apuntan al pesimismo, ya que reflejan un claro estancamiento de su economía. Los analistas apuntan que Francia podría haber caído nuevamente en recesión en el primer trimestre de 2013, después de que su economía se contrajese un 0,3% en el último trimestre de 2012.
Según las previsiones que maneja el consenso de mercado que recoge Bloomberg, el país estará en recesión hasta el cuarto trimestre del año, cuando su economía podría volver al terreno positivo en tasa intertrimestral. Además, los indicadores cosechados hasta ahora reflejan la peor evolución del país en años, con unas cifras de paro en el peor nivel desde 1999 y con una tasa de desempleo que alcanzó el 10,43% al final de 2012.
Los datos mensuales del PMI manufacturero y servicios tampoco reaccionan, ya que el primero acumula en marzo 13 meses consecutivos en terreno recesivo -por debajo de 50-, mientras que el segundo ha marcado su peor dato desde febrero de 2009. Por su parte, mientras otros países europeos -como es el caso de España- están consiguiendo mejorar sus relaciones comerciales con el resto del mundo, las de Francia sigue deteriorándose: en enero sufrió su peor déficit comercial desde el mes de octubre.
