Donde el Gobierno de la Comunidad de Madrid ve el fin de un vacío legal y la posibilidad de crear empleo y consolidar la oferta turística de la capital, los empresarios del sector -en especial del alojamiento- identifican una "catástrofe sin precedentes" que podría costar la desaparición de un 20% de los puestos de trabajo en los hoteles y pensiones de Madrid, unos 3.000 empleos. En el centro de la polémica se sitúa la regulación de las viviendas de uso turístico.
Los empresarios turísticos agrupados en torno a La Unión Empresarial por la Promoción Turística de Madrid han convocado una rueda de prensa para manifestar su oposición al Proyecto de Decreto sobre Apartamentos Turísticos y viviendas de Uso Turístico que está preparando la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura de la Comunidad de Madrid. La convocatoria, que se ha celebrado con el respaldo de la CEIM y en su sede, se produce apenas unos días después del fallecimiento -en trágicas circunstancias- de una turista danesa alojada en una vivienda turística de la calle Barcelona de Madrid.
Aunque Antonio Gil, presidente de La Unión Empresarial y también de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM), ha querido "desvincular" de este lamentable suceso el pronunciamiento del sector, lo cierto es que la palabra "seguridad" ha sido una de las más repetidas durante el encuentro con los medios de comunicación.
Gil ha expuesto las razones por las que el sector empresarial se opone a la normativa de la Comunidad de Madrid, en los términos actuales en los que está redactado el Proyecto de Decreto. El presidente de los hoteleros madrileños ha criticado por "insuficiente" en sus requisitos y garantías un texto, que da "carta de naturaleza" a las miles de viviendas que han proliferado como consecuencia del vacío legal existente. Se calcula que en toda la Comunidad de Madrid funcionan actualmente más de 8.000 viviendas ilegales. Si sale adelante este Proyecto de Decreto "permisivo", que "tan sólo" exige el plano del arquitecto, un teléfono de contacto y la inscripción en el registro de empresas turísticas, La Unión Empresarial prevé que el número de viviendas turísticas podría triplicarse, hasta alcanzar las 24.000 en la Comunidad. Esto supondría poner en el mercado casi 95.000 plazas turísticas adicionales, elevando la oferta en un 85,6%.
La patronal argumenta que este crecimiento tan fuerte y desordenado no crearía empleo por cuanto la modalidad de vivienda turística no genera muchos más puestos de trabajo que el servicio de entrega de llaves a la llegada del turista y la limpieza de la casa una vez finalizada su estancia. Asimismo, los precios del alojamiento sufrirían una caída por el incremento exponencial de la oferta. En suma, advierte La Unión Empresarial, el riesgo de desestabilización del mercado laboral en el sector es evidente.
A favor de la regulación
Flanqueado por Rafael Andrés, vicepresidente y coordinador de Turismo de la CEIM, y por Jesús Martín Peinado, presidente de la Asociación de Hostales y Pensiones de Madrid (AEHCAM), Gil ha insistido en que los empresarios están completamente a favor de que haya una regulación del uso turístico de viviendas, porque son una "actividad económica". Pero reivindican que se tome en cuenta al sector empresarial en la negociación y que no se ampare legalmente una "competencia desleal" en la que el sector hotelero estaría soportando una hiperregulación frente a la vivienda turística, que estaría prácticamente exenta de ofrecer garantías en cuanto a seguridad, derechos de los consumidores, etc.
De izda. a dcha., Tomás Gutiérrez (Asociación La Viña), Antonio Gil, Rafael Andrés y Jesús Martín Peinado.
Los hoteleros -y el conjunto de los empresarios turísticos- reclaman que a las viviendas de uso turístico se les exija la "preceptiva licencia municipal" como a cualquier otro negocio. También que garanticen un abanico de requisitos: unas condiciones básicas de habitabilidad, equipamiento y servicios; condiciones de seguridad, con la instalación de sistemas de alarma y video vigilancia; protección de la convivencia vecinal, con aislamientos acústicos; protección al consumidor frente a fraudes o estafas; y la exigencia de contar con la autorización de los vecinos residentes en el inmueble.
Aunque el "fenómeno" de las viviendas de uso turístico es reciente, la patronal se ha fijado en algunas grandes ciudades que ya han acometido su regulación. Nueva York y San Francisco, por ejemplo, exigen un número mínimo de noches de estancia -30 y 28, respectivamente- para este tipo de alojamiento turístico. La Unión Empresarial ve con buenos ojos una normativa en esta línea. Por el contrario, critica la situación creada en Barcelona. Cataluña es la única Comunidad Autónoma que, de momento, había regulado el uso turístico de viviendas y, según Gil, con un resultado bastante caótico. "Algunas zonas de Barcelona se han desnaturalizado totalmente con el consiguiente perjuicio para los vecinos y en estos momentos la concesión de nuevas viviendas de uso turístico se encuentra paralizado", ha señalado. El hotelero alerta de que "las comunidades de vecinos de Barcelona ya se han puesto en pie de guerra".
Ante este panorama general de posturas encontradas, la aprobación de la regulación de las viviendas de uso turístico en la Comunidad de Madrid podría dilatarse. Los empresarios no han roto sus conversaciones con la Consejería (esta misma tarde mantendrán una reunión), pero insisten: "la urgencia por contar con una normativa no debe nublarnos la vista a la hora de llegar a un buen Decreto".