
El líder de Syriza, Alexis Tsipras, ha desgranado hoy algunas de las claves de su propuesta electoral. Entre otras medidas, la formación griega de extrema izquierda, ahora en la oposición, quiere poner fin al programa de rescate y realizar una quita de la deuda helena. Además, ha garantizado que Grecia permanecerá en el euro.
En línea con su discurso, que defiende el fin de la "austeridad destructiva" impuesta en toda Europa, ha hecho hincapié en la necesidad de iniciar negociaciones con los acreedores del país en lugar de tomar " decisiones unilaterales".
Sin embargo, también ha asegurado que se llevará a cabo el final del mecanismo de rescate supervisado por la troika, "independientemente de las conversación con los prestamistas".
Seguir en el euro
Y es que, según ha asegurado hoy durante una rueda de prensa en Atenas, la deuda de Grecia es insostenible y la única forma de garantizar la recuperación de la maltrecha economía de Grecia es recortar el dinero que el país debe a sus socios europeos "de forma significativa".
En otra entrevista realizada hoy, ha aclarado que esto no supone una ruptura con la región comunitaria: "Grecia no saldrá del euro. Se trata de un riesgo que se acabó en 2012".
Syriza se ha consolidado como la alternativa a los partidos que hasta ahora se han turnado en el poder y las encuestas más recientes la sitúan en primer lugar en intención de voto por delante de los conservadores, ahora en el Gobierno.
Por su parte, el primer ministro griego, Andonis Samaras, ha insistido en que no se celebrarán elecciones anticipadas y ha asegurado que Grecia mantendrá sus objetivos presupuestarios y seguirá con las reformas para tratar de alcanzar un acuerdo con la troika con respecto al programa de rescate.
Atenas lleva meses negociando una revisión del actual programa de ajuste con Bruselas, el BCE y el FMI, aunque por ahora no han alcanzado ningún acuerdo y el probable que el rescate se alargue hasta 2015. Con una prórroga del rescate se evitaría que Grecia perdiera 1.800 millones de euros procedentes del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, que expiran el 31 de diciembre.
Los estados de la zona del euro, sin embargo, tienen que aprobar esta prolongación, como también depende de ellos si Grecia obtiene en 2015, como estaba previsto inicialmente, un crédito preventivo. Esta línea de crédito reforzada sustituiría el próximo año el actual rescate y estaría sujeta a condiciones menos severas que las de un rescate propiamente dicho.