
Gota a gota, el petróleo no levanta cabeza. La tendencia negativa continúa sobre los precios del crudo y, de momento, no se ve en el horizonte en qué se cerrará el grifo de las pérdidas. Una situación que está poniendo contra las cuerdas las previsiones de beneficio de las petroleras para el año que viene, ya que en apenas tres semanas el recorte de las treinta grandes del sector se ha incrementado ya en unos 24.200 millones de dólares.
Y es que mientras se mantenga la debilidad de la demanda y crezca la oferta, el oro negro seguirá inmerso en una tendencia bajista. Así, ayer el barril de referencia en Europa, el Brent, cayó hasta los 78,6 dólares, a la vez que su homólogo en Estados Unidos, el West Texas, descendió hasta la cota de los 75 dólares.
"Técnicamente, hay una importante línea de soporte entre los 75/77 dólares por barril. En opinión de nuestros analistas técnicos, estos niveles son suficientemente importantes como para respetarlos. ¿Y si finalmente se rompen? Deberíamos en este caso pensar en niveles que actuaron de soporte en 2010, hasta 64 los dólares", indica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
A este respecto, según las previsiones de la OPEP, la demanda sólo crecerá un 1,3 por ciento en 2015, mientras que sólo con la producción de Estados Unidos casi se cubriría este aumento. "El mayor exceso de oferta, que se prevé que suba aún más en 2015, llevó la atención hacia la OPEP y su capacidad para administrar los precios. En la actualidad, no parece que haya un consenso claro de cómo el cartel deberá enfrentar lo que, cada vez más, se está convirtiendo en una crisis importante para muchos de sus miembros", señala Ole Hansen, estratega jefe de materias primas de Saxo Bank.
Golpe a los beneficios
Esta situación está haciendo mella en los beneficios de las petroleras mundiales. Basta con echar un vistazo a las cifras. Desde que el petróleo marcó máximos anuales en el mes de junio, los expertos han rebajado las estimaciones de ganancias para 2015 en más de 38.700 millones de dólares (en las 30 más grandes del sector). Sin embargo, lo más llamativo es que esta herida se ha vuelto más sangrante en las últimas semanas, ya que hacia finales de octubre la rebaja rondaba los 14.600 millones de dólares.
La brasileña Petrobras es la que más tiene que decir a este respecto, ya que las fimas de inversión han metido la tijera en sus estimaciones de beneficio para 2015 en 3.000 millones de dólares. Ahora se espera que obtenga 12.200 millones de dólares, frente a los 15.200 millones de dólares esperados en el mes de junio.
Con más de 2.000 millones de dólares de bajada se sitúan otras seis petroleras: las estadounidenses Exxon Mobil y Chevron, las rusas Gazprom y Rosneft, la francesa Total y la británica BP.
En el caso de la única empresa española que se cuela entre las 30 más grandes del sector, Repsol, las previsiones apuntan a que el próximo año obtendrá un 16,8% menos que lo previsto hace cinco meses. De hecho, según los cálculos de la propia compañía, por cada dólar que cae el precio del petróleo deja de ganar unos 50 millones de dólares.
"Las compañías del sector necesitan que el precio de la materia prima se encuentre a unos niveles determinados para poder seguir invirtiendo y para que su actividad resulte rentable", explica Victoria Torre, analista de Self Bank.