
Ferimet, filial de Celsa recicladora de chatarra férrica, incorpora el tratamiento específico de vehículos eléctricos e híbridos. La compañía aprovecha así la reciente demanda de su gestión tras el impulso de las ventas de los coches electrificados en los últimos años.
En concreto, está adaptando en su planta de Granollers la actividad que realiza desde los años 2000 en gestión de vehículos fuera de uso, aunque pretende ir más allá de recuperar y reutilizar los componentes. El proyecto de Ferimet incluye la recepción y baja del vehículo, la extracción de la batería eléctrica y la descontaminación del resto de elementos (aceites, líquidos, retirada de vidrio, etc). Una vez extraída la batería, descargas y desmantela sus componentes hasta sus módulos de litio, para ser enviados al gestor final para su tratamiento. Actualmente, cuenta con una autorización para una fase de pruebas, como paso previo a la autorización definitiva que debe aprobar la Generalitat de Cataluña.
Ferimet solicitó en 2022 permiso para empezar a reciclar vehículos eléctricos usados en su planta de Granollers. Desde entonces, la Generalitat ha ido pidiendo aclaraciones y, recientemente, se ha publicado el anuncio de información pública del proyecto en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) para recoger posibles alegaciones. Según los pliegos técnicos de la solicitud de autorización, la compañía pretende, entre otras cosas, instalar un nuevo molino para la trituración de aluminio, que funcionará con un motor diésel.
De este modo, la capacidad de tratamiento del centro puede incrementarse hasta las 270.000 toneladas anuales. Fuentes del sector explican a elEconomista.es que en cuanto a la recuperación y reciclaje del vehículo eléctrico/híbrido en comparación con uno convencional de combustión, hay dos diferencias principales. En primer lugar, la batería: en el caso de los vehículos de combustión, es de plomo; mientras que los coches eléctricos e híbridos incorporan una batería de litio de mayor peso. El motor, por su lado, pasa a ser un motor eléctrico de alta eficiencia. De este modo, una vez recuperados y extraídos los elementos necesarios, el vehículo se recicla a través de un proceso de fragmentación para la separación y recuperación de los materiales férricos y no férricos (como el aluminio, cobre, latón, zinc…). El objetivo es el reciclaje final y la fabricación de nuevos componentes. Ferimet cuenta también con una línea para la recuperación de plásticos provenientes de la fragmentación de estos automóviles.
Actualmente, en Cataluña solo existen centros de tratamiento autorizados —los desguaces— que están haciendo una parte de toda la gestión. Sin embargo, no se conoce ningún proyecto que incluya el desmantelamiento y descarga de las baterías, sino solo su extracción.
Filial de la siderúrgica desde los años 80
Ferimet es una compañía del grupo Celsa dedicada a la recuperación y tratamiento de materiales férricos y no férricos. Filial de la siderúrgica desde la década de los 80, su historia comenzó en Badalona y a día de hoy cuenta con un total de 18 plantas repartidas por el territorio nacional, aunque la mayoría en Cataluña. Es el primer recuperador del país con una facturación que ronda aproximadamente los 500 millones de euros. De su lado, la plantilla supera los 300 trabajadores. En 2050, la empresa quiere alcanzar un 98% de circularidad.