
El grupo cooperativo Dcoop ofreció días atrás los mejores resultados de su historia, correspondientes al ejercicio 2022: una facturación de 1.236,97 millones de euros, un 21,12% más respecto a 2021 cuando se alcanzaron 1.021,26 millones. La barrera de los 1.000 millones ya se había superado (por poco) en 2016, 2017 y 2019. Pero circunstancias como los aranceles al aceite en EEUU y la pandemia habían dejado al grupo algunos años ligeramente por debajo de ese listón, que ahora recupera con creces. Aunque la situación en Dcoop recoge bien la paradoja en el campo andaluz en la coyuntura actual: pese a unas cifras de facturación altas la rentabilidad de muchas explotaciones está en entredicho, y las perspectivas a medio plazo son terribles por la falta de precipitaciones.
En una entrevista concedida en abril de 2022 a El Economista por Antonio Luque, presidente de la cooperativa de segundo grado, ya estimaba que con las dimensiones actuales del grupo la facturación debía estar entre los 1.200 y los 1.500 millones de euros. Pese a que los datos de 2022 ya están afectados por la sequía, con reducciones de producción importantes en algunos cultivos como el olivar, se ha podido compensar con la subida de precios en origen, el desarrollo de nuevas actividades en el grupo y el incremento de los insumos. Además, en el ejercicio fiscal 2022 se vendió parte de las cosechas de la campaña agrícola 2021/22.
Desde la cooperativa aseguran que la coyuntura actual está provocando que muchas explotaciones de sus cooperativistas estén pasando dificultades por la falta de ingresos y por el fuerte ascenso de coste de producción como carburantes, electricidad, piensos o productos fitosanitarios.
Cosechas como la del olivar (aceituna de mesa y aceite) que en la campaña 2022/23 han sufrido un descenso de más de la mitad, pueden tener aún peores resultados en la 2023/24. Esto también va a afectar al vino, mientras que en cereales la cosecha se presenta pésima. Los sectores ganaderos (leche de cabra, porcino y vacuno) están sufriendo la caída en las producciones y el incremento de costes pese a tener cotizaciones altas.
Secciones
De nuevo, la sección de Aceite es la que más facturó, con 681,454 millones, cuando en 2021 fue 561,84 millones de euros, por lo que se ha producido un incremento del 21,29%. Subida importante la que se ha producido en la sección de Aceituna de mesa, con una facturación de 118,575 millones, un aumento del 22,44%, ya que en 2021 se situó por debajo de los 100 millones (96,84 millones, concretamente). La explicación viene dada por el hecho de que, pese a la caída de la cosecha, se ha producido un incremento de las cotizaciones en origen. Las previsiones para la campaña 2023/24 son malas y pueden empeorar si sigue sin llover abundantemente.
La sección de Suministros (carburantes, maquinaria y repuestos, abonos y fitosanitarios, tienda, telefonía móvil, etc. para los socios y socias de las cooperativas) ha facturado 151,462 millones, batiendo un nuevo récord respecto a 2021 con una subida del 26,10%. Esta cifra refleja la fuerte subida de los insumos, algo que merma la rentabilidad de los productores.
Por otro lado, la sección Ganadera, integrada por la comercialización de piensos, varios tipos de ganado (porcino blanco, caprino y vacuno de carne) y zoosanitarios, alcanzó un volumen de negocio de 130,832 millones, un 15,10% más que en 2021. La sección de Industrialización de leche de cabra, con plantas en Lebrija (Sevilla) y Antequera (Málaga) facturó en 2022 28,539 millones de euros, mientras que en 2021 la cifra fue de 22,88 millones; el desarrollo de esta nueva actividad se incrementó en un 24,73%.
En Vinos también ha aumentado considerablemente el volumen de negocio, pasando de los 66,95 millones de 2021 a los 83,086 millones de 2022 (un 24,09% más) y supone también un récord en facturación de esta actividad.
Por secciones, la facturación creció en todos menos en cereal, donde los efectos de la coyuntura ya pesaron
En cuanto a Cereales, la facturación alcanzó en 2022 los 19,522 millones de euros, lo que supone una bajada con respecto al año 2021 cuando se facturó 30,64 millones, es decir, un 36,29% menos.
Dcoop está haciendo una gran apuesta por los frutos secos un ejercicio de diversificación de los productos que ofrecen sus socios y socias dedicados a pistacho y almendra. Este esfuerzo se ve reflejado en la facturación de 2022, con un total de 24,289 millones de euros cuando en el año anterior fue de 14,91 millones, es decir, un 62,84% más.
Por último, las actividades orujeras ascendieron el año pasado a 16,273 millones de euros, otra subida, ya que en 2021 la facturación no superó los 10 millones de euros y se quedó en 7,34, es decir más que se duplicó.
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