
Las buenas cifras que el sistema de franquicias ha cosechado en España en estos años de crisis, con una aumento de sus niveles de empleo y de su número de redes, ha puesto de moda a un modelo de negocio que, según Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación Española de Franquiciadores, no resulta válido ni para todos los negocios ni para todos los emprendedores. Descarga gratis la revista de Franquicias.
Pese a defender la puesta en marcha de un plan gubernamental que fomente la creación de empleo mediante este sistema, advierte que cada franquicia tiene un perfil concreto de franquiciado . En declaraciones a 'elEconomista Franquicias y Emprendedores', Vallhonrat sostiene que la falta de financiación ha ocasionado un boom de franquicias low cost y que la alimentación es la locomotora del sistema en España, donde junto a italianos y franceses ahora llegan emprendedores estadounidenses para franquiciar.
¿En qué ha cambiado la crisis el perfil de los franquiciados?
El perfil de los franquiciados no ha cambiado. Cada franquicia tiene su propio perfil. Lo que pasa es que en una crisis se acerca más gente de la que debiera a las franquicias. Y lo hacen porque alguien está vendiendo que la franquicia es una buena solución para el parado. Eso sólo es cierto cuando el franquiciado cumple con los perfiles que exige el franquiciador. Si no, es todo lo contrario. No todo el mundo vale para ser franquiciado .
¿Cómo se puede acabar con esa creencia que vincula franquicia con empleo seguro?
Lo primero que aconsejamos es que la persona que quiera convertirse en franquiciado se haga un autoanálisis y estudie bien de cuánto dinero dispone. Es cierto que la franquicia es una buena solución para alguien emprendedor que esté en el paro y además sea capaz de trabajar en una red de franquicias, recibiendo instrucciones y órdenes de cosas que a veces él no puede decidir por sí mismo; pero también es cierto que no todo el mundo puede trabajar así. Si alguien no está dispuesto a trabajar en la forma en la que tiene que trabajar un franquiciado , entonces es mejor que no se meta en una franquicia. Es más, el franquiciador no debería dejarle entrar porque se arriesga a que al cabo de algunos meses ocurra lo que ha pasado con un franquiciado de Foster Hollywood o con algunos de DIA que reclaman cosas como que los domingos no deberían trabajar porque los súper no abren. No, no abren pero el franquiciado sí tiene que hacer pedidos, inventarios...
¿Existen colectivos de franquiciados que no hubiera antes de la crisis?
Ahora hay más parejas de jóvenes que están en la treintena que quieren dar una solución a su vida y apuestan por la franquicia, sobre todo en el sector de la hostelería. También ahora hay más inmigrantes instalados y con permisos que han optado por la franquicia.
¿Está relacionada la llegada de nuevos emprendedores a las franquicias con la aparición del concepto 'low cost'?
La franquicia low cost es un fenómenos socioeconómico y es la que está creciendo y tirando del carro del sistema en los últimos años porque la crisis que ha habido, que sigue latente, nos ha llevado a una consecuencia funesta como la falta de financiación para que el franquiciado pueda abrir su negocio. Claro que hay franquicias por 10.000, por 5.000 y por 3.000 euros, pero hay que tener en cuenta que si alguien busca en la franquicia la solución a una falta de empleo esa franquicia de 3.000 euros no le va a dar un resultado inmediato de rentabilidad. Las franquicias que necesitan de una inversión superior a 100.000 euros, y que requieren de más financiación crecen más lentamente. Para las que requieren de una inversión de 500.000 euros ya hablamos de inversores que en su mayoría no se han enterado de la crisis.
¿Cuáles son los sectores que gozan de mejor salud en las franquicias?
La alimentación sigue siendo la locomotora, y junto a ella la restauración y la moda. Estos son los pilares que están ahí desde siempre. Crece también mucho el sector del cuidado y la estética, salvo el grupo de macrogimnasios, que lo que ha hecho ha sido evolucionar hacia gimnasios de menor tamaño. Como caso curioso está el sector de la herboristería y la parafarmacia, que ahora crece en el exterior porque vende productos que, en época de crisis, hacen que duela más rascarse el bolsillo para adquirirlos.
¿Y los que peor lo están pasando?
Los que lo están pasando peor son todos aquéllos que están en un sector que ha perdido pie como sector de actividad económica. Por ejemplo las tiendas de fotografía lo pasan mal, los intermediarios financieros lo están pasando fatal, porque no tienen con quién intermediar... Los inmobiliarios lo han pasado mal, pero ya se han asentado, han resistido y aún están ahí.
¿Por qué una franquicia se viene abajo?
Puede haber varios motivos, pero los principales es porque cambia de manos o porque el sector en el que te has especializado ha cambiado y cae, como ocurre con el del revelado de fotografías.
¿Qué franquicias tienen más salida tienen fuera de España?
Todas las de restauración, las tintorerías y las que tienen que ver con necesidades que aquí ya tenemos superadas, como las pizzas a domicilio, la depilación, el cuidado de uñas, las yogurterías y las heladerías.
Hoy, en España, son tendencia las franquicias de...
Lavandería, que es la evolución de la tintorería y es un negocio que está bien; la cocina temática, como las hamburgueserías y los locales de cocina japonesa; también hay muchos nuevos negocios vinculados con la bicicleta, con motocicletas ligeras, y con la perfumería de marca blanca.
¿Y los cigarrillos electrónicos?
Yo creo que éste es un sector que todavía va a recibir muchos palos por el ordenamiento legal. Además, antes de que sea negocio ya se ha producido una saturación y ya empezamos a ver negocios cerrados cuando hace cuatro días habían abierto. Es tendencia pero no tanto como franquicia sino como negocio barato.
¿Cómo se puede regular la aparición de franquicias que en realidad no tienen las cualidades de serlo?
En la Asociación tenemos un código deontológico que han de respetar todos sus miembros; si no lo hacen, se van fuera. El plus del control tiene que venir por las fuerzas vivas. Haría falta un plan gubernamental para fomentar la franquicia y la creación de empleo.
¿Cuál es la esperanza de vida de una franquicia?
Depende mucho de la adaptación de cada sector. Por ejemplo, en los negocios de las pizzas a domicilio, cuando éstos empezaron en España sólo vendían pizzas y refrescos. Hoy, si haces el ejercicio de comprobarlo, verás que venden muchas más cosas. ¿Por qué? Porque el sector ha ido evolucionando.
¿Qué requisitos son indispensables para que entren en los criterios de una franquicia?
Es necesario tener un modelo funcionando con éxito, cuyo conocimiento se pueda transferir. Además has de tener unos valores propios que no sean los de la competencia y la marca registrada. Y además, has de contar con el compromiso del franquiciador de dar asistencia técnica y formación a los franquiciados durante toda la duración del contrato. Depende mucho de la adaptación de cada sector.
¿Cómo ha atravesado la crisis el sistema de franquicias?
De forma positiva, con cierta dosis de brillantez y perdiendo por el camino algunos elementos de interés. Nos ha afectado, sí. Pero no ha sido la ruina del sistema, ni mucho menos. Al contrario, nos ha hecho crear nuevas oportunidades y teniendo una actitud positiva.
De cara al futuro. ¿Qué augura para el sistema de franquicias?
Podemos tener optimismo porque hemos crecido a una velocidad tremenda en los años noventa, hemos superado la mini crisis postolímpica del 92 y la de ahora. Creo que estamos saliendo de este pantano en el que nos habíamos metido, pero también hay que decir que me es muy fácil decir esto porque hay un optimismo general. Lo que ocurre es que por el camino hay muertos y heridos. Es verdad que cada año han crecido las redes de franquicia pero también han muerto unas cuantas por el camino. Hay que analizar sector por sector, porque hay algunos que van disparados y otros, van cayendo. Y eso es porque el sistema de franquicias es solamente un sistema de comercialización de conceptos de negocio. No es un sector, y por tanto no es capaz de generar actividad. La franquicia es como un parásito sano. Cuando un sector aparece y empieza a ir bien, aparece la franquicia y acelera ese crecimiento. Por otra parte, cuando un sector empieza a bajar, las franquicias también empiezan a bajar. La franquicia es válida para crear negocio, ocupación e incluso modernizar los negocios por sus sistemas de gestión, en muchos casos, que el comercio tradicional. La franquicia española está mejor a estas alturas del año que hace un año.