Un código de Sanciones para la administración morosa, ¡YA!

La cifra es escandalosa, y la ha dado el propio ministro de Hacienda. Con una ley de morosidad que obliga a las administraciones públicas a pagar en un máximo de 30 días a sus proveedores, tres meses después de la entrada en vigor de la Directiva Europea antimorosidad y después de dos planes de pago a proveedores, todavía quedan 13.000 millones de facturas pendientes en los cajones de la diferentes administraciones pública de este país.

Una vergüenza nacional que esta ocasionando que la media de plazo de pago de las administraciones por obras, suministros y servicios a los autónomos y pymes se alargue hasta 150 días, y hasta 255 en el caso de algunos ayuntamientos. Y un incumplimiento flagrante de la ley por parte de quienes deberían dar ejemplo que es la causa fundamental de la grave falta de liquidez que padece más del 60% de nuestro tejido empresarial y el origen del cierre de uno de cada cinco negocios en España y de un número importante de despidos.

Asfixia a los emprendedores

Y, todo ello, mientras desde Hacienda se asfixia a los emprendedores con una presión fiscal y unas cotizaciones insoportables e improcedentes en un país en recesión y con más de seis millones de parados. Esa misma Hacienda que, sin ningún pudor, impone un recargo del 5% a los autónomos y empresarios que se retrasan 24 horas en abonar sus impuestos. Recargo que, como recordaba el presidente de ATA, Lorenzo Amor, se eleva al 20% si el retraso es en las cotizaciones a la Seguridad Social.

Una impunidad, basada en la prepotencia y el autoritarismo que todavía impera en la mayoría de los ayuntamientos y comunidades autónomas, impropia de un país democrático, que vulnera el principio fundamental del Estado de Derecho como es la igualdad ante la ley y que exige una urgente solución que no puede venir sino del establecimiento de un código de sanciones ejemplarizante.

Un régimen de penas, intereses de obligado y pronto pago, embargos y hasta la inhabilitación para ejercer cargos públicos para los responsables de los impagos. Es decir, exactamente lo mismo que ellos imponen al contribuyente. Sólo así merecerán respeto y credibilidad y sólo así se empezará a dinamizar la economía. Señor Montoro está en su mano y a usted de toca estar a la altura del momento .