
Siempre queda un último recurso? y en muchos casos es el único. La crisis ha provocado que los españoles pensemos más en la familia. Pero no porque echemos de menos la calidez del pueblo o de nuestros antiguos hogares, sino porque en muchas ocasiones no queda otro remedio para reducir al mínimo los gastos en vacaciones.
Ni siquiera todos podrán tener un respiro. Por de pronto, sólo el 66 por ciento podrá disfrutar de un merecido descanso estival, según un estudio de la consultora TNS. Pero, de ellos, un 31 por ciento se alojará en casa de familiares o amigos y un 24 por ciento lo hará en su segunda residencia, mientras que un 40 por ciento optará por un viaje programado.
Menos afortunados serán los que no tienen más remedio que pasar los meses más calurosos del año en casa porque la situación económica no les permite ni desplazarse a otro lugar. Entre las razones que esgrimen para no salir destaca en primer lugar la falta de presupuesto, cuestión alegada por casi seis de cada diez. En el caso de los jóvenes, este problema afecta nada menos que al 67 por ciento de los que no emprenderán ningún viaje y en el de los divorciados al 91 por ciento.
Las cosas no están para tirar cohetes y las últimas cifras de desempleo sirven para comprender el desánimo de muchos españoles. El número de parados ha vuelto a aumentar, nada menos que en 53.500 personas, en el segundo trimestre de 2012, con lo que la cifra total ya alcanza 5.693.100, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La tasa de paro ha repuntado hasta el 24,63 por ciento, desde el 24,44 por ciento registrado en los tres meses anteriores. Y la tragedia es todavía mayor si tenemos en cuenta que en el segundo trimestre del año otros 9.300 hogares tenían a todos sus miembros en paro, por lo que se encuentran ya en esta situación un total de 1.737.600. En comparación con el mismo periodo de 2011, se han incrementado en 370.200, un 27,07 por ciento más.
Por eso no es extraño que todos quieran ahorrar. Según el Barómetro de Consumo de la Ciudad de Madrid, el 61,2 por ciento de los habitantes de la capital de España que viajen este verano se las arreglará para tener coste cero en su alojamiento, y lo harán quedándose en casas de familiares o amigos (un 22 por ciento), o en viviendas de su propiedad (el 39,2 por ciento). Un 37,4 por ciento se alojará en un establecimiento turístico (el 25,7 por ciento en hoteles y el 11,7 por ciento en casas o apartamentos de alquiler). Y es que aunque el principal motivo que esgrimen los madrileños para viajar en verano es el deseo de disfrutar del sol y la playa (el 55 por ciento), o del campo y el medio rural (el 23,4 por ciento), también aseguran que su propósito es visitar a la familia (un 10,3 por ciento) o aprovechar para hacer turismo cultural (el 8,7 por ciento).
Menos playa
El aumento de las visitas a la familia coincide con la menor presencia en las playas. Un barómetro realizado por lpsos para el grupo Europ Assistance apunta que este año los españoles, por primera vez, hemos declarado que iremos menos a destinos de costa (sólo lo hará el 57 por ciento de los que viajen, tres puntos menos que el año pasado) y, por el contrario, hemos aumentado nuestro deseo de pasar las vacaciones en la ciudad (lo hará el 21 por ciento, tres puntos más que en 2011) o en la montaña (el 16 por ciento, cuatro puntos más que el pasado año). Las intenciones del conjunto de los europeos no están en la misma línea, ya que sus ganas de ver el mar parecen mayores. El 62 por ciento ha declarado que desea descansar en la costa, mientras que el 16 por ciento prefiere hacer turismo y el 15 por ciento opta por el campo.
Aunque el calor ya está apretando, aún hay un 2 por ciento de españoles indecisos que no sabe todavía si saldrá de vacaciones. En cualquier caso, el estudio de la consultora TNS deja claro que los que opten por ello lo harán principalmente acompañados de familiares o de su pareja (55 por ciento y 50 por ciento, respectivamente) o de sus amigos (21 por ciento), mientras que tan sólo un 6 por ciento viajará solo. Otra tendencia es la reducción de salidas al extranjero, ya que España será el destino preferido en el 80 por ciento de los casos, frente al 11 por ciento que se asomará a otro país europeo y el 5 por ciento que se animará a elegir destinos lejanos.
En cuestión de edad, los más jóvenes también son los más viajeros, sobre todo los que tienen entre 15 y 24 años. De ellos, sólo el 7 por ciento se quedará este verano en casa. Por el contrario, los mayores de 50 serán los menos activos, ya que sólo veraneará el 31 por ciento y, entre ellos, la segunda residencia será la opción mayoritaria. Por lugar de origen, los que realizarán más salidas serán los madrileños (67 por ciento), seguidos de los asturianos (57 por ciento) y los extremeños (43 por ciento). Los residentes en Baleares son los menos dispuestos a abandonar las islas para irse de vacaciones (52 por ciento). Los motivos, probablemente, son obvios.
Entre los madrileños sólo el 41,8 por ciento tiene intención de marcharse de vacaciones este verano, mientras que el 50 por ciento dice que no saldrá de la ciudad y un 8,2 por ciento aún no sabía lo que iba a hacer. Las cosas han cambiado sustancialmente con respecto al año pasado, cuando los que tenían planes para viajar alcanzaban el 53,8 por ciento, un porcentaje netamente superior al de estos momentos. Por el contrario, han aumentado los que veranean en la ciudad, que en 2011 se situaban en el 34,4 por ciento y ahora alcanzan prácticamente la mitad de la población.
Motivos para no veranear
Los que no realizarán ningún viaje explican sus razones. Las principales son que no tienen dinero (33,2 por ciento), que no lo han preparado (29,4 por ciento) y que no suelen trasladarse en estas fechas (24,4 por ciento). Sin embargo, algunos hábitos siguen siendo semejantes: el 88,9 por ciento de los que viajaban en verano también lo van a hacer este año, y el 88,9 por ciento de quienes nunca o casi nunca lo hacía, tampoco lo hará en 2012. Eso sí, de entre los que viajaban la mayoría de los años, el 44,2 por ciento no lo hará en esta ocasión.
Como el presupuesto es ajustado, los privilegiados que puedan viajar han elegido mayoritariamente hacerlo a otra región de España (el 34,4 por ciento de los madrileños), mientras que un 3,7 por ciento se trasladarán a otro municipio de la Comunidad y sólo el 3,7 por ciento saldrá al extranjero. La duración tampoco será demasiado prolongada. Casi la mitad de los viajes estivales se extenderá entre ocho y quince días (46,6 por ciento), seguidos por aquellos que disfrutarán entre dieciséis y treinta días (31 por ciento) y un 11,7 por ciento con más de treinta; mientras que un 10,8 por ciento sólo disfrutará de una semana de vacaciones como máximo. En el conjunto de Europa la situación tampoco es muy boyante. El barómetro realizado por lpsos para Europ Assistance, entre una muestra de 3.500 europeos, pone en evidencia que sólo el 58 por ciento de los europeos planea salir al menos una vez de vacaciones este verano. Estos planes han caído ocho puntos en comparación con el año pasado (el 66 por ciento) y son los niveles más bajos recogidos por este barómetro en los últimos ocho años.
A pesar de que todos los europeos han reflejado esta caída, el cambio en el comportamiento es más patente en aquellos países sacudidos por la crisis de manera más virulenta, especialmente en los italianos (saldrá el 63 frente al 78 por ciento del año pasado), los españoles (el 51 por ciento frente al 65 por ciento) y los británicos (el 51 frente al 61 por ciento). Españoles y británicos nos equiparamos por primera vez en intención en este aspecto, aunque ostentamos el ranking de los europeos que menos saldrán de vacaciones. En el otro extremo se encuentran los franceses que son los vecinos que han declarado una mayor intención de salir de vacaciones este verano (el 70 por ciento frente al 68 por ciento en 2011).
Y es que en estas vacaciones de verano, uno de cada dos europeos planea ahorrar dinero por la crisis, prácticamente el 45 por ciento lo declara abiertamente. Entre los que han afirmado que saldrán al menos una vez este año, la tendencia en su mayoría es la de ahorrar (un 53 por ciento). En este aspecto, los españoles somos los primeros en el ranking, ya que 66 por ciento asegura que lo hará. Nos siguen los británicos (con el 62 por ciento) y los italianos (con el 59 por ciento), mientras que sólo el 46 por ciento de los franceses tiene previsto ahorrar.
Quedarse en la ciudad o volver al pueblo no tiene por qué suponer un suplicio ni un aburrimiento, sino que se puede aprovechar para realizar nuevas actividades y visitar sitios nuevos. Desde Puleva Salud animan a conocer a fondo la provincia y las zonas cercanas en viajes que podemos realizar en el día. "Podemos visitar pueblos pintorescos o espacios naturales cercanos. Muchas veces hay rincones realmente espectaculares no muy lejos de donde vivimos y que desconocemos o que hemos visitado en contadas ocasiones".
Por otra parte, realizar actividades y deportes al aire libre, como excursiones en bici, puede ser algo muy saludable y atractivo tanto para niños como para mayores. "También nos podemos informar de qué ofertas de nuevas actividades al aire libre hay en zonas cercanas a nuestra ciudad (paseos a caballo, piragüismo, etc.)". Las ciudades también ofrecen diversas posibilidades. "Muchos ayuntamientos, clubs deportivos y diversas entidades organizan campus de verano a precios asequibles donde los niños pueden realizar actividades muy diversas (deportivas, culturales, etc.) y hacer nuevas amistades". Además, muchas ciudades cuentan en verano con "una agenda cultural de lo más interesante como conciertos de música al aire libre o exposiciones, sin olvidar la posibilidad de pasar una agradable velada con nuestros hijos en un tradicional cine de verano".
Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha comprobado que el 24 por ciento de los españoles son sedentarios (no hacen ningún tipo de ejercicio físico, ni siquiera caminar una hora diaria). Quizás el verano sea el mejor momento para acostumbrarnos a hacer un poco de ejercicio o, simplemente, a pasear más.