Mauricio Aguilera vino desde Perú con la idea de montar su empresa. Aunque estuvo años trabajando en la hostelería para conseguir ahorros, pudo iniciar la actividad empresarial para la que él se había formado en su país natal. Una asesoría jurídica. Más allá del bazar, el restaurante y el locutorio, hay una red de sectores a los que los inmigrantes emprendedores prestan su máxima atención: la construcción y la minería, las manufacturas, la hostelería y la restauración y los servicios personales, son sus ámbitos de actividad según el último informe Ejecutivo GEM.
En España hay 4 millones de extranjeros empadronados, es decir, el 10 por ciento de la población española es inmigrante. Casi dos millones están dados de alta en la Seguridad Social, un millón y medio trabajan por cuenta ajena y el resto por cuenta propia. "Las empresas puestas en marcha por los inmigrantes son pequeños negocios de base familiar", señala Sònia Parella, responsable del informe sobre el empresario inmigrante en España de la Fundación Obra Social de La Caixa.
Empresas pequeñas y familiares
Muchas de las iniciativas tienen lugar en el ámbito de las microempresas. Es el caso de las tiendas, los bares, las agencias de viajes, las peluquerías y los locutorios. No obstante, es "cada vez más habitual en este colectivo otras actividades empresariales como ONGs, agencias de cooperación, asociaciones culturales, servicios domiciliarios, empresas de reformas y construcción y gabinetes jurídicos", aclara la experta de La Caixa.
El perfil del emprendedor inmigrante es el hombre de unos 35 años, si ha venido por necesidad, y los 40, si procede de un país desarrollado, llevando 7 o 18 años residiendo en España, según explica la experta del IE. "Invierte preferentemente en actividades del sector orientado al consumo, tiende a tener un nivel educacional alto y una renta media más bien alta", aclara.
Su irrupción en el panorama empresarial es importante y los expertos apuntan a que en un futuro "pueden hacer cierta sombra a los jóvenes emprendedores españoles, pues su mentalidad forjada en ambientes mucho más competitivos, es diferente en aspectos relacionados con la gestión de negocios", puntualiza Gema Sotoca, profesora de Gestión Emprendedora del Intituto de Empresa.