
El número de accidentes laborales se reduce en España; al menos, menguan los que conllevan una baja. Entre julio de 2009 y junio de 2010 se produjeron 573.296 percances con baja o, lo que es lo mismo, 3,8 accidentes por cada cien empleados. Ello supone un 14,7% menos que en los doce meses precedentes, según los datos del Observatorio estatal de las Condiciones de Trabajo, un organismo dependiente del Ministerio de Trabajo. Una diferencia considerablemente superior a la registrada en años anteriores.
¿Los motivos de esa reducción? El principal es que la construcción, la actividad que más bajas suma por accidentes laborales, es uno de los sectores más damnificados por la crisis. Como consecuencia de ello, ha despedido a los empleados menos cualificados, que eran los que más accidentes sufrían. María Victoria de la Orden, coordinadora del Observatorio Estatal de Condiciones de Trabajo, añade que, al haberse reducido el nivel de actividad de las empresas, es lógico que se produzcan menos incidentes. De la Orden también resalta otro factor que ha podido invertir las cifras: la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, "que se cumple cada vez más, según las Encuestas Nacionales de Condiciones de Trabajo".
La otra cara de la moneda
Pero, mientras las bajas se reducen, el número de accidentes sin baja crece. Los datos del Ministerio revelan que aumentaron un 5% entre enero y agosto de este año (en el mismo periodo, los percances con baja se redujeron casi un 6%).
¿A qué se deben estas cifras? Marisa Rufino, la secretaria de Salud Laboral de UGT, atribuye el aumento de los percances sin baja al bonus de siniestralidad que el Gobierno aprobó el pasado mes de marzo, un sistema de incentivos para las empresas que contribuyan a reducir la siniestralidad. Según Rufino, las industrias están intentando evitar que sus empleados se acojan a la baja y "los mantienen trabajando incluso después de sufrir un accidente; si es preciso los cambian de puesto pero no les envían a casa".
Mucho mayor que el de accidentes es el aumento del número de enfermedades profesionales (las derivadas del trabajo que se desempeña) sin baja: entre enero y agosto de este año aumentaron un 20%, según los datos del Ministerio: sumaron 5.474 de las 11.700 totales. En la mayoría de los casos, por el miedo del empleado a poner en peligro su puesto de trabajo. Tal y como añade la secretaria de Salud Laboral de UGT, en lo que respecta a este tipo de dolencias profesionales, "hay mucho presentismo; el trabajadador acude a su puesto porque piensa que faltar le puede traer problemas".
Las claves del incentivo
El bonus mencionado se aplica a las cuotas satisfechas por contingencias profesionales en el periodo de aplicación, que puede ser desde el 1 de enero de 2009. Pueden solicitar su pago dos grupos de sociedades: las que coticen más de 5.000 euros y las pequeñas empresas. A ambos grupos se les exige que no hayan rebasado los índices de siniestralidad general, así como haber realizado inversiones (que puedan documentar) en materia de prevención de riesgos.
En las compañías que cotizan más de 5.000 euros, el incentivo podrá alcanzar hasta el 10% del importe de las cuotas por contingencias profesionales, mientras que la ayuda para las pequeñas nunca podrá superar el importe de lo cotizado por contingencias profesionales, y tendrá como límite máximo 250 o 500 euros (puede consultarse toda la información al respecto en las páginas web del Boletín Oficial del Estado, www.boe.es, y del Ministerio de Trabajo, www.mtin.es).
La picaresca empresarial
El secretario de Salud Laboral de CCOO de Madrid, Carmelo Plaza, considera que "todas las políticas para reducir la siniestralidad son positivas siempre y cuando no sean sancionadoras, pero deben contar con el máximo control sindical para evitar la picaresca".
Según Plaza, el bonus entraña algún peligro en este sentido: "Puede haber empresas que, en connivencia con el trabajador, pacten una baja ficticia, sin tramitarla realmente". Se trata, a su juicio, "un tema muy peligroso sin control sindical".
Carmelo Plaza añade que "se podría relacionar el bonus con el aumento de los accidentes sin baja, pero para saber si realmente funciona será necesario esperar algunos años".
Este periódico se ha puesto en contacto con la confederación de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme, que no ha comentado su punto de vista. Desde Pimec, la asociación de pequeñas y medianas empresas de Cataluña, por su parte, no les ha sido posible atender la petición de elEconomista.