Pymes y Emprendedores

La gran empresa sólo cumplirá con el cambio climático si gana dinero

Siete grandes compañías firman una declaración que prioriza la rentabilidad ante el reto de Kioto.Foto: Archivo
Si en algo ha contribuido el tan traído fenómeno de la globalización es a introducir en la agenda de las empresas supuestos desafíos de la envergadura de hacer frente al cambio climático, al agotamiento de los recursos naturales, el aumento de la seguridad o la salud.

Partiendo de la base de que como agentes socioeconómicos intervienen como los que más en todo ello, hay límites. Y las aludidas los han puesto.

En una declaración conjunta presentada ayer sobre el papel de la empresa en la sociedad, impulsada por la Fundación Entorno, afirman estar convencidas "de que las acciones tomadas para afrontar esos desafíos únicamente serán sustanciales y sostenibles si también son rentables. La mayor contribución que la empresa puede aportar a la sociedad llegará a través de su propia actividad de negocio".

Y lo firman los consejeros delegados de Du Pont, FCC, Ferrovial, Holcim, Red Eléctrica de España, Repsol YPF y Unilever. De hecho, en uno de los puntos de la declaración, suscriben seguir un modelo basado en "encontrar oportunidades de negocio derivadas de la comprensión de esos desafíos".

No esconden la cabeza

Cristina García-Orcoyen, directora gerente de la fundación, recordó que existe una "enorme necesidad de que la empresa redefina su papel en la sociedad". ¿Acaso son las grandes corporaciones las que tienen que erradicar el sida en los países del Tercer Mundo? ¿O incluso tienen que llegar a suplantar el papel del Gobierno en muchos casos?, se preguntó.

A pesar de todo, las empresas no esconden la cabeza. Además de la declaración conjunta, 15 grandes corporaciones (Acciona, Cemex, Dow Chemical, Elcogas, Endesa, Ericsson, Grupo Eroski, Ferrovial, Gas Natural, Holcim, Metro de Madrid, Philips, REE, Telefónica y Unilever) han formado un grupo de trabajo para dilucidar qué pueden hacer para liderar una economía baja en carbono. El resultado es una publicación también presentada ayer ante 400 altos ejecutivos de empresas, que recoge 14 casos de éxito de las empresas participantes.

Entre otros, se cita la planta de preparación de combustibles alternativos, derivados habitualmente de residuos, de la cementera Holcim en Almería; la instalación de un equipo de cogeneración y la sustitución del fuel-oil por gas natural en las instalaciones de Dow Chemical en Tarragona y la primera planta de biodiésel a partir de aceites vegetales desarrollada hace dos años por Acciona.

Pero el documento no se detiene en la rendición de cuentas, también las exige. Los firmantes consideran que aún hay barreras económicas, técnicas y legales que dificultan los esfuerzos por hacer frente al cambio climático por parte de las empresas y los consumidores.

Por ejemplo, siguen representando "mayor carestía las energías renovables frente a las fuentes convencionales". Y en esto, las administraciones tienen un papel que jugar: promocionar políticas públicas que estimulen la I+D+i para desarrollar tecnologías más eficientes y limpias, dice el documento. Otra recomendación: eliminar las trabas que dificultan el despegue de algunas tecnologías renovables, simplificando los trámites necesarios para obtener las licencias y aprobando políticas retributivas adecuadas para energías como la biomasa.

'Mix' energético

Con todo, una de las principales barreras para las empresas, en opinión de García-Orcoyen, "es el marco regulatorio así como el establecimiento claro de un mix energético por el que apueste nuestro país para hacer frente a su desarrollo". Algo, por otra parte, "que debería contemplar escenarios a largo plazo y la reapertura del debate nuclear en nuestro país".

Sin embargo, y es algo que también se consigna en el documento, todo esfuerzo por reducir las emisiones de CO2 ha de ser compatibilizado con otras políticas dirigidas a moderar el consumo. De hecho, este último eslabón es otra pieza clave. Como se pone de manifiesto, más de un 50 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero en España dependen estrechamente de los hábitos de vida y consumo de los ciudadanos (por ejemplo, en uso del transporte, consumo de energía en la iluminación, electrodomésticos y climatización).

En este apartado, se dieron como ejemplos las bombillas de bajo consumo (de sólo 20 watios) producidas por Philips y el desarrollo de mejores formulaciones de los detergentes de Unilever que permiten reducir las dosis.

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