Pymes y Emprendedores

Se ofrece espacio en oficina para compartir gastos, razón micropyme

Arquitecto técnico de 32 años ofrece estudio propio para compartir en edificio de oficinas en centro de Sevilla en calle ..... Superficie 50 metros cuadrados. Mensualidad 220 euros, incluido IVA, gastos de comunidad, luz, agua e internet. A este reclamo en un conocido portal de anuncios español le siguen cerca de 200 avisos más, acompañados de un número de teléfono para contactar.

Compartir oficina se ha convertido para muchos emprendedores, pequeñas empresas y profesionales liberales en la única manera de aguantar el temporal con la persiana subida. Electricidad, Internet, luz, agua, mantenimientos, aire acondicionado, calefacción... son sólo algunos de los gastos que se repiten mes tras mes.

Ignasi es un psicólogo barcelonés con una pequeña consulta en la parte alta de Barcelona. En menos de un año ha pasado de tener varios empleados en plantilla a contar con algunos colaboradores externos a los que va "encargando pequeños trabajos, según va la situación". Su oficina, que se niega a ab andonar, tiene 65 metros cuadrados, y paga poco más de 1.000 euros mensuales por el alquiler. "Yo solo no puedo hacer frente a todas las facturas que conlleva una oficina, luz, agua, Internet, ordenadores, el recibo de la escalera... Así que ahora busco a otro profesional liberal como yo que necesite un pequeño espacio donde instalarse", explica Ignasi.

Medida ilegal

Alquila una tercera parte del espacio que él mismo ha alquilado a otro particular. Explica que no le gusta hablar del tema: "En realidad lo que hago es ilegal, yo no puedo realquilar un espacio dentro de un estudio por el que pago ya un alquiler", dice.

Pero no puede con todo. "Quiero quedarme en esta zona para poder seguir manteniendo la oficina una vez pase la crisis, así que las soluciones eran dos: buscar otro despacho más pequeño o buscar a alguien con quien me entienda para mantenerlo como pueda", dice. Y en esas está, ha colgado carteles hechos por él mismo por el barrio y ha recibido algunas llamadas, "sin mucho éxito, la verdad".

Compartir espacios de trabajo no es nuevo. Jesús Ruiz, gerente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Cataluña (AIJEC), explica que el alquiler a medias entre emprendedores y pequeñas empresas se lleva dando mucho tiempo pero, hasta la fecha, no han recibido muchas notificaciones de sus socios sobre la necesidad de encontrar un partner de despacho.

Facturas a medias

Sin embargo, distintos portales de intercambio de anuncios sobre alquiler y venta de pisos incluyen la opción de compartir oficina. Es aquí donde acuden muchos de estos profesionales que quieren compartir espacio y facturas.

Con 37 años, Manuel ha trabajado casi siempre a su aire. A principios de 2006 cerró un acuerdo con los propietarios del local en el que está instalado en Málaga para tenerlo en alquiler durante diez años. "Pagué 40.000 euros por la entrada y por la obra que hice para adecuarlo al negocio y ahora no me quiero ir para no perder la inversión", explica.

Primero fue una franquicia de Credit Services. Poco después de un año, inició una agencia de viajes durante seis meses más y ahora ejerce de economista y asesor financiero en un local de 65 metros cuadrados. "Tengo espacio de sobra, a mí me basta con un despacho. Pero nadie me llama porque ahora hay una oferta excesiva de locales y nadie quiere un traspaso", explica, y añade que preferiblemente le gustaría encontrar unos compañeros "para crear sinergias de negocio": agentes de seguros, abogados o asesores legales.

Los 700 euros de alquiler que paga cada mes se repartirían a medias, igual que los gastos de luz y teléfono. "He llegado a un acuerdo con los propietarios. Si no encuentro a nadie, me rebajarán el precio de alquiler durante tres meses y después, tendré que cerrar", asegura.

También desde casa

El caso de Ignacio Martín es muy similar a los anteriores. Después de estar 11 años trabajando como pequeño promotor en una empresa que empezó como una ingeniería, M.G. Ingeniería Aplicada, ha acabado gestionando alojamientos rurales en distintos pueblos de la Comunidad de Madrid. Su oficina de 75 metros cuadrados está en Villaviciosa de Odón. "Yo me quedaría con unos 35 metros cuadrados de la oficina y el que venga se queda con otros 35 metros cuadrados, además hay casi 15 metros cuadrados de espacios comunes, como recepción, lavabos o terraza", anuncia Martín.

Su necesidad de buscar un compañero de trabajo y de gastos le lleva a afirmar: "Yo me puedo conformar incluso con la recepción o recibiendo a algunos clientes en la cafetería de al lado". Martín pide 550 euros al mes que incluyen todo excepto los gastos telefónicos, aunque después de dos meses anunciándose en la Red no ha recibido ninguna llamada. "Yo creo que es un precio más que razonable, pero nadie llama, ¿debería bajarlo?"

Las oficinas compartidas funcionan desde hace años en países con una cultura laboral muy distinta de la española. En Estados Unidos esta tendencia se denomina coworking y se trata de compartir espacios con otros profesionales que no pertenecen ni a la misma empresa ni al mismo sector. Además de rebajar gastos, algunos colectivos, como los teletrabajadores, lo utilizan para huir de la soledad profesional.

Pero de la tendencia ha surgido negocio y ya son muchas las empresas que gestionan espacios para empleados autónomos y profesionales liberales. El coste de utilizar estos servicios va desde los 15 euros al día para que el que está de pas,o hasta los casi 350 euros que paga una persona que utiliza su oficina durante todo un mes.

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