Pymes y Emprendedores

¡Premio a la innovación! Las pymes pueden desgravarse hasta un 25%

Incentivar la colaboración entre entidades públicas y privadas para que las empresas puedan incrementar sus actividades de I+D+i. Éste es uno de los puntos que persigue la nueva Ley de Ciencia, que previsiblemente será aprobada mañana en el Senado, con el objetivo, entre otros, de que las pymes obtengan nuevos canales con los que apostar por la innovación en sus procesos productivos. Sin embargo, no hace falta esperar a que llegue esta nueva normativa para que las pequeñas y medianas empresas obtengan incentivos a su I+D+i.

De hecho, "el régimen español es de los mejores de la CEOE en esta materia, lo que pasa es que las pymes no son conscientes de qué ventajas fiscales tienen", señala Juan Mulet, director de la Fundación Cotec para la innovación empresarial. ¿En qué consisten estos incentivos fiscales?

"Hay algunas que no saben que pueden desgravarse hasta un 25 por ciento de sus inversiones en innovación en el impuesto de Sociedades", desgrana Jesús Escudero, responsable del área técnica de I+D+i de la Cámara de Comercio de Madrid. Esto es, que las pymes que han realizado algún tipo de inversión en el área de innovación pueden optar a este incentivo fiscal. "Lo que pasa es que muchas no saben que están innovando y descuidan ciertos aspectos, como este de rentabilizar lo que hacen", añade el experto consultor de las Cámaras.

Compras tecnológicas

Esta desgravación va acompañada de dos matices: por un lado hay que tener en cuenta el origen del capital con el que se ha efectuado dicha inversión, porque si procede de una subvención o ayuda, la base para la deducción fiscal se debe minorar en un 65 por ciento de las cantidades recibidas.

Escudero lo traduce de la siguiente manera: "Imaginemos una pyme a la que le han concedido 100.000 euros de subvención para invertir en un proyecto innovador. A la hora de optar a la desgravación, sólo podrá hacerlo por el 35 por ciento de este importe, es decir, 35.000 euros".

El segundo matiz es el tipo de inversión realizada, ya que es posible optar a una deducción adicional del 8 por ciento por lo que se conoce como innovación por tecnología o, lo que es lo mismo, la adquisición de maquinaria que permita mejorar los procesos productivos.

Sin embargo, en la práctica, estas desgravaciones sólo pueden aplicarse vía impuesto de Sociedades. "Y si hoy día las pymes no tienen beneficios, es difícil que accedan a estas ventajas", matiza Mulet.

Bonificaciones

Quien no tenga acceso a la desgravación de Sociedades puede utilizar otra figura fiscal: las bonificaciones. En este caso, la normativa estipula que es posible obtener una bonificación del 17 por ciento de los gastos derivados del personal investigador que se haya contratado exclusivamente para realizar tareas de I+D+i. Por otro lado, en las cotizaciones a la Seguridad Social de este personal investigador tienen una bonificación que asciende al 40 por ciento.

¿Y se pueden utilizar ambas ventajas: la desgravación en Sociedades y las bonificaciones de los empleados? "No. La ley no contempla que sean compatibles ambos incentivos", continúa Escudero.

Los dos problemas

Desde Cotec indican que hay cerca de 6.000 pymes que aprovechan estos incentivos. Una de ellas es Flysoil, dedicada a la eliminación y aprovechamiento de residuos orgánicos. Su gerente, Gonzalo Silva, señala que "existen dos problemas para utilizar la deducción".

Por un lado se encuentra "la necesidad de solicitar un informe en el Ministerio de Ciencia que acredite que lo que has invertido es para innovación, y puede llegar a costar 3.000 euros". Por otro, "que las pymes muchas veces no tenemos capacidad para generar la deducción porque el beneficio que tenemos es pequeño", ya que ésta se aplica en el impuesto de Sociedades.

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