
Pagar a César 18.941 euros netos al año le cuesta a su empresa 27.682 euros. Su sueldo bruto son 22.469 euros, pero se le van 1.101 en cotizaciones sociales y 2.426 euros en IRPF. España es uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con mayor brecha fiscal -la diferencia entre los costes salariales para la empresa y el salario neto percibido por el trabajador-.
Entre los impuestos y cotizaciones sociales que tienen que pagar empleado y empresa se va, de media, casi un 40% de la cantidad que a la compañía le cuesta el trabajador -el 38,9%, concretamente-. El dato no suena muy bien, pero no sería tan significativo si los españoles cobrasen más. Sin embargo, aquí los sueldos son bajos. El salario medio en España es de 22.470 euros brutos. Si a esa cantidad le quitásemos el 39,8%, el neto se quedaría en ¡13.706 euros al año!
Contratar sale caro
Según Gregorio Izquierdo, director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos, el sistema español crea una "ilusión financiera". Además de lo que le retienen al trabajador, la empresa también paga lo suyo por contratar. Son los costes laborales. "Por pagar 24.000 euros brutos a un empleado, la empresa abona a la Seguridad Social otros 8.000 -el 30% del salario- en concepto de cotizaciones sociales", dice el experto.
"Las cotizaciones sociales a cargo de la empresa son brutales en España", explica Izquierdo "y la gente no es consciente de que el empleador paga ese 30% más". "No es un buen sistema, porque al ser caro contratar, hay más desempleo. Los márgenes de la empresa sufren las consecuencias de las cotizaciones. Y los trabajadores pueden cobrar menos que si la compañía no soportara esos gravámenes", añade este experto.
Como resultado, según explica una de las fuentes consultadas, que prefiere no hacer público su nombre: "Puede haber un problema de competitividad, porque la empresa está pagando muchos costes y el empleado recibe poco dinero. Ni uno ni otro están contentos."
Solución: ¿más IVA?
No es igual en todas partes: "En países como Dinamarca apenas hay cotizaciones sociales a cargo de la empresa", explica Gregorio Izquierdo. Y es que en otros lugares se piensa que no es sensato gravar el empleo y se usa el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido).
En España, esta tasa es del 16% mientras que en algunos estados alcanza el 25%. Un experto aclara que España tiene "uno de los IVA más bajos de la Unión Europea y la opción de subirlo es una tentación". Ésa es precisamente la recomendación de Gregorio Izquierdo, que propone que "la financiación del estado del bienestar se haga con más IVA y menos cotizaciones sociales". "Para que nuestra estructura convergiera con la de la UE habría que bajar las cotizaciones sociales que pagan las empresas. Así éstas podrían contratar a más empleados y pagar más a cada uno de ellos", señala.
Si sale caro contratar, no es raro que haya empresarios que lo hagan de forma ilegal para eludir los pagos: "Este sistema fomenta el fraude, la economía sumergida", advierte Izquierdo. Lo bueno del IVA: que grava por igual los productos españoles y los venidos de fuera, no sólo lo pagan los españoles, añade.
Un impuesto para rentas bajas
Luis del Amo, que dirige el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), subraya que "hay que intentar disminuir la brecha fiscal, pero la pregunta es: ¿deberíamos financiarla con más IVA? Sería necesario tener cuidado, sobre todo con el componente inflacionista de la medida".
Otro economista consultado señala que "esa brecha no es buena para nadie, especialmente para la empresa. Pero también hay que pensar que esos costes no van a la basura, sino a la Seguridad Social en gran parte". Respecto a compensar la ausencia de los costes con el IVA señala que "hablamos de un impuesto indirecto que pagan en mayor medida las rentas bajas y medias, y que proporcionalmente recae más sobre la gente que tiene sueldos más bajos".
La trampa del IVA es que "al contrario de los pagos, que van incluidos en el sueldo, el consumidor no se da cuenta de que lo está pagando. De este modo duele menos y, al menos psicológicamente, eso siempre es bueno", dice mientras ríe.