
El mercado ha vuelto a caer tras el 'rally' de la semana pasada, y esto, a priori, no es nada preocupante, pero pone de relieve la división que existe en Wall Street entre los que creen que el mercado ha hecho suelo y ha vuelto a su tendencia -en cuyo caso lo de ayer sería una toma de beneficios- y los que consideran que la subida no es sostenible porque la economía está muy lejos de salir del hoyo -para ellos, lo de ayer es el inicio de la recaída-.
¿Quién tiene razón? Lo sabremos en las próximas sesiones. De momento, ayer los índices se mantuvieron por encima de los soportes críticos reconquistados la semana pasada, lo cual es positivo para los alcistas: 12.500 del Dow Jones (cerró ayer en 12.635, con un descenso del 0,85%) y 1.365 del S&P 500 (que acabó en 1.381 tras ceder el 1,03%). La peor parte fue para el Nasdaq a pesar de la revolución organizada por Microsoft y su oferta por Yahoo. El tecnológico recayó el 1,26% hasta 2.383.
El hecho de que el mercado cayera a pesar de los movimientos corporativos no es tan alentador, sino más bien un signo de debilidad. Yahoo se anotó otro 3,4%, pero Microsoft cayó el 0,8% y Google perdió el 4% por las noticias de que se ha ofrecido como caballero blanco a Yahoo. Además, el sector financiero volvió a sufrir por culpa de varias rebajas de recomendaciones. Los afectados sufrieron serias caídas: del 3,9% para American Express, del 6,7% para Wells Fargo y del 8,3% para Wachovia. El resto del sector también cerró a la baja.
Problemas en la economía
En el lado económico, los pedidos de fábrica se recuperaron desde el mes anterior, pero menos de lo que esperaba el mercado, lo cual insiste en los problemas de la economía. En otros mercados, el dólar volvió a caer frente al euro, que subió hasta 1,4829 dólares. Los bonos retrocedieron en precio, y su rentabilidad subió al 3,64%. El petróleo retomó las subidas y cerró de nuevo por encima de 90 dólares.