Fue el bombazo de ayer: Google anunció el lanzamiento de un sistema operativo que llamará Chrome, como su navegador, con el que piensa competir con Microsoft en la única área que le faltaba, el intocable Windows. Rápidamente, analistas y comentaristas escribieron ríos de tinta sobre las posibilidades reales de Google de plantar cara a Microsoft en su core business.
La teoría es que Google quiere hacerse con el mercado que más crece de los ordenadores, los pequeños netbooks, que ahora utilizan Windows XP porque Vista es demasiado rápido. Y Chrome es un sistema que se basa en Internet, muy ligero y muy barato. Y ya se sabe que, cuanto más se use Internet para todo, más dinero ganará Google.
Pero, ¿y si el anuncio de Google fuera un bluf? ¿Una mera estrategia de marketing para hacer temblar a Microsoft pero sin nada detrás? John Dvorak, columnista de MarketWatch, plantea esta posibilidad y da una serie de argumentos contundentes para respaldarla. A su juicio, no es ninguna coincidencia que el anuncio de Chrome llegue justo después de que Microsoft presentara su nuevo motor de búsqueda, llamado Bing, que pretende atacar el core business de Google.
Señales sospechosas
A su juicio, la primera señal sospechosa es que Google Chrome no tiene nada que ver con el verdadero sistema operativo en que trabaja Google, llamado Android.
La segunda es la supuesta fecha de lanzamiento, el segundo semestre de 2010: "¿Desde cuándo Google anuncia cosas como ésta con tanta antelación?", se pregunta. Ciertamente, la estrategia habitual es sacar los nuevos productos sin publicidad y sin preaviso, y la comunidad los aplaude o los deshecha. Es el estilo Google.
Dvorak enumera los siguientes elementos que cree que están detrás del anuncio de Google:
- Confundir a Microsoft: ése es el principal objetivo del anuncio. Microsoft se está metiendo en el negocio básico de Google, la búsqueda, y eso no puede quedar sin castigo, porque Microsoft no debería entrar en ese terreno. Así que Google le amenaza con entrar en el suyo.
- Resucitar viejos miedos: el nuevo sistema operativo se presenta como un tipo de Linux con un navegador que sirve de interfaz gráfico. Este concepto fue planteado como una alternativa al sistema operativo residente en la era de Netscape, y puso muy nervioso a Microsoft. Ahora Google vuelve a la carga para irritarles.
- Impulsar a Chrome: el navegador (que se llama igual que el sistema operativo) de Google no ha tenido mucho éxito hasta ahora, pero la empresa está muy interesada en dirigir a él parte del tráfico de Mozilla, al que debe pagar por el tráfico que redirecciona a Google desde su barra de búsqueda. Si el acceso se hace desde Chrome, todo queda en casa.
- Mantener viva la idea de que Google hará un sistema operativo: los rumores sobre esto llevan circulando años; ya hace una década contrató varios expertos para diseñarlo. Y de vez en cuando da a entender que está trabajando en ello. El Android confirmó que es así. "Eso se hace para que Microsoft sepa que siempre existe la posibilidad. Y ahora da un paso más", según Dvorak.
- Una cortina de humo: en su opinión, otro de los objetivos de Google es desviar la atención de Microsoft de Android, el verdadero sistema operativo que puede competir con Windows. "No hay una razón lógica por la que Google iba a telegrafiar esta iniciativa con tanta antelación salvo que esté destinada a agitar a Microsoft y quizá a inquietarse por algo que nunca existirá". Y así, desconcentrarle de sus planes para entrar en el negocio de las búsquedas con Bing.