Gastronomía

Cartema, una bodega entre encinas centenarias

  • La D.O. Méntrida ha conquistado su reconocimiento afinando la calidad. Bodegas Cartema, con su producción de caldos selectos, es un buen referente del trabajo que hoy se hace.

Carmelo Hernández, de Bodegas Cartema, ha redondeado en poco más de una década un sueño que arrancó casi como un pasatiempo: elaborar vinos de calidad, propios y de producción limitada, bajo la Denominación de Origen Méntrida. Impreso en la etiqueta de la primera cosecha de Bodegas Cartema puede leerse 'año 2005'. Mucho trabajo -y muchas decisiones- precedieron a esa puesta de largo...

De hecho, la 'aventura' de lanzarse a producir vino dio comienzo en 1999, con la compra de una finca en Los Montes de Alamín, un paraje singular de la provincia de Toledo, en el municipio de Santa Cruz de Retamar, de destacada tradición vinícola. Era y es una zona poblada de encinas centenarias; y por eso la encina es el dibujo que adorna e identifica, grabado sobre sus etiquetas, los vinos de Cartema.

La premisa siempre ha sido conservar la esencia del lugar. Por eso el viñedo serpentea y queda acotado entre las encinas, más dueñas del terroir que las propias viñas por el derecho que otorga el tiempo. Las cepas de uvas tintas se plantaron en abril de 2004 sobre una extensión de 10.300 metros cuadrados. Tras analizar exhaustivamente el terreno se eligieron como variedades la Syrah, la Tempranillo y la Cabernet Sauvignon. Los caldos emblemáticos de Cartema son producto del ensamblaje idóneo de estas tres variedades. Cinco años después, en abril de 2009, se incorporaron las cepas blancas, con dos variedades, la Sauvignon Blanc y la Moscatel Petit Grains, inaugurando la producción de vinos blancos.

Al tiempo que las cepas arraigaban se construyó la bodega, diseñada para dar salida a una producción anual de 20.000 botellas. La sala de barricas se ubica bajo tierra, asegurando una temperatura constante de 18ºC, uno más que los depósitos de fermentación. Es la adecuada para que los vinos se enriquezcan en matices al contacto de la madera antes de encerrarse en la botella bordelesa de color musgo, casi negro, que también es seña de identidad de Cartema.

Cartema Club de Vinos

Bodegas Cartema ha hecho de la restauración el mejor escaparate para dar a conocer sus vinos y crearse una clientela fiel. Una buena manera de singularizarse para un proyecto vinícola centrado en alcanzar altas cotas de calidad. La última iniciativa para potenciar el vínculo con los clientes es el lanzamiento de Cartema Club de Vinos, abierto a todos los amantes del vino. Sus miembros se benefician de descuentos, de promociones especiales y pueden acudir a actividades organizadas en la propia bodega.

4 vinos para conocer la bodega

Actualmente encontramos en el mercado cuatro cosechas de Bodegas Cartema, las 2007, 2008, 2009 y 2012. Las tres primeras corresponden a vinos tintos: Cartema Tinto 2007 y Cartema Tinto 2008, ambos con una crianza de 14 meses en barricas de roble francés 50% y americano 50%; y Cartema Reserva 2009, un caldo de color rojo picota, que ha madurado durante 24 meses en barrica hasta adquirir un carácter equilibrado y un persistente postgusto. Cartema Blanco 2012 completa el 'cuarteto', un vino blanco de apariencia pajiza, bien trabajado, con una crianza de 24 meses sobre lías en barricas de roble francés.

La cosecha de 2015 está en los depósitos y la de 2013 descansa en las barricas; aún tendremos que esperar para probarlas. En 2014 no se vendimió.

Bodegas Cartema
D.O. Méntrida
Santa Cruz de Retamar (Toledo)
cartema@cartema.es - www.cartema.es

DÓNDE comprar. Cartema distribuye sus vinos en tiendas especializadas, en algunos restaurantes de Madrid, Valencia y Barcelona, y directamente a través de la bodega.

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