
Después de que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) haya prohibido definitivamente el difusor soplado después del Gran Premio de España, en McLaren ya se han puesto a trabajar en nuevas alternativas a la que ha sido clave del buen funcionamiento de la aerodinámica en sus monoplazas.
El ingeniero jefe de McLaren, Tim Goss, ha asegurado en declaraciones a Autosport que su escudería se verá afectada por esta prohibición, aunque "es difícil" decir en qué grado. No obstante, Goss cree que todos los equipos "tienen el mismo riesgo al cambiar los mapas de motores".
El responsable del MP4-26 confía en la alta capacidad de reacción del equipo ante cualquier eventual cambio que pueda ordenar la FIA, aunque se queja de la aparente arbitrariedad de la decisión con respecto al difusor soplado: "no sé cuál es el motivo. No sé si es una decisión propia o alguien se lo ha pedido".