Fondos

Los fondos de inversión se enfrentan a la crisis subprime: ¿qué consecuencias traerá para los inversores?

La crisis crediticia ya ha causado las primeras bajas de fondos conservadores. Ilustración: Turcios
Imagine que usted es un general y tiene que dirigir una batalla. Como es lógico, si las cosas se ponen mal querrá a sus hombres más defensivos para hacer frente al primer ataque del enemigo. Pero ahora imagine que todos ellos caen a la primera. Esto es lo que ha pasado en la industria de fondos de inversión tras el primer azote de los mercados, en una crisis que, a día de hoy, ya suma 14 productos españoles afectados -cinco sociedades y nueve fondos de inversión-

Los hospitales de campaña se han colapsado con los fondos menos arriesgados, que han sentido en sus propias carnes la volatilidad y falta de liquidez que contenía la bomba de las hipotecas basura (subprime) de Estados Unidos.

Y es que en toda batalla financiera los fondos conservadores tienen fama de ser los boinas verdes del mercado, los hombres de confianza del escuadrón, que resisten mejor las embestidas. Pero esta vez no ha sido así. Los primeros en caer han sido los productos con menos riesgo, en los que tienen sus ahorros 5,2 millones de inversores.

Las primeras consecuencias

Aunque no todos, los escuadrones que han sufrido bajas importantes han sido los monetarios dinámicos, que intentan dar mejores resultados que los tradicionales, con una volatilidad controlada, los garantizados y los convertibles -a medio camino entre bonos y acciones-.

Incluso, algunos de los componentes de estos batallones han tenido que izar la bandera blanca. Por ejemplo, Axa decidió suspender y cerrar su AXA World US Libor Plus, que perdía en un mes el 24,5 por ciento según los datos de Morningstar, por su dependencia de las titulizaciones de créditos hipotecarios americanos. También, el Oddo Cash Arbitrages y tres fondos de BNP Paribas tuvieron que ser suspendidos ante las caídas sufridas, aunque no están ligados directamente a la deuda hipotecaria. Su activo estrella es la de alta calidad crediticia pero el nerviosismo está castigando a todo tipo de créditos.

De hecho, la onda expansiva comenzó en los fondos españoles con Banca March, que ha suspendió la publicación del valor liquidativo de March Monetario Dinámico.

De esta forma, ya suman 14 productos españoles afectados -cinco sociedades y nueve fondos de inversión-, aunque en la práctica su actividad e inversores no se ven perjudicados. Junto a los nueve fondos que se conocieron hasta el pasado lunes, ayer la CNMV comunicó que tambien una sicav gestionada por BBVA, un fondo de Caja Navarra, otro de Cajamar y dos más de Banco Popular han sufrido en sus carnes la congelación de los tres productos extranjeros pertenecientes a BNP Paribas, West LB Mellon y Oddo.

Las bajas de los escuadrones

Está claro que los monetarios dinámicos han causado uno de los mayores revuelos en las trincheras por ser de los más afectados de la industria, con retrocesos entre julio y agosto que superan en algunos casos el 20%. Junto a las caídas de la familia Parves Dynamic ABS, de BNP Paribas, el DWS ABS Fund, de la gestora de Deutsche Bank, cae entre el uno y el 10 de agosto el 2,81 por ciento y las emisiones de Credit Agricole Funds Dynarb Forex Plus EUR también se dejan en diez días más del 2,5 por ciento. Un elevado retroceso para productos que buscan rentabilidades algo mayores que un fondo monetario tradicional y las pérdidas no están contempladas en su trayectoria.

Ante este escenario, Enrique Borrajeros, socio director de Abante, considera que no es buen momento para que el inversor haga cambios significativos en su cartera "salvo que se trate de fondos que pueden estar siendo afectados directamente, como los monetarios dinámicos o algunas estrategias de gestión alternativa". Y recomienda "estar en liquidez pura sin riesgo y en bolsa de la mano de gestores flexibles no indexados".

Aunque las pérdidas de los dinámicos puede que no vayan a más, tal y como auguran los expertos, no tendrán fácil lograr rentabilidades muy superiores a las de un monetario convencional, entre otras cosas porque sus comisiones son más elevadas.

Más afectados

Pero no sólo la sección monetaria dinámica ha sido baja en esta guerra de lo mercados, también los garantizados han sufrido un descalabro. El fondo Caixa Catalunya Borsa 1 ha retrocedido en los diez primeros días de agosto el 3,04 por ciento, la mayor caída de este sector, mientras que BBVA Ranking Plus se deja el 2,83 por ciento, según los datos de Morningstar.

De los 835 productos que aseguran el capital inicial invertido, 311 se colocan en la zona de números rojos. Un número elevado si se tiene en cuenta que durante los años del pinchazo de la burbuja tecnológica fueron el gran aliado de las gestoras y los inversores para no perder, por lo menos, los ahorros destinados a fondos.

Alguna gestora recuerda que los desequilibrios que se hayan producido en las garantías de estos productos como consecuencia, por ejemplo, del encarecimiento de las opciones contratadas, correrán a cargo de la entidad. Incluso, sugieren que para compensar la pérdida las gestoras podrían reducir las comisiones de gestión.

Y, a pesar de que no garantizados -aunque Morningstar los incluye en esta categoría-, la familia de Target Fund de Fidelity, más conocidos como de ciclo de vida, también se resienten de la crisis, con descensos de hasta el 4,25 por ciento entre el uno y el diez de agosto. Su peculiaridad es que invierten en renta variable y deuda, con arreglo a una distribución de activos, que irá subiendo hacia un perfil conservador a medida que se acerque el vencimiento.

Para estos primeros compases en el campo de batalla, y para lo que pueda llegar, Ángel de Molina, analista de fondos de inversión de Tressis, está convencido de que "una cartera diversificada en una situación como la actual se hace más aconsejable para el inversor, ya que ofrece la ventaja de acceder a varios tipos de activos financieros, reduciéndose el riesgo buscando la descorrelación de los mismos". Es significativo que Tressis no haya modificado sus carteras "ya que están diversificadas y no se han producido variaciones que afecten a criterios geográficos o sectoriales que motiven la recomposición".

Las últimas camillas

Los últimos en caerse de la primera línea han sido los de bonos convertibles. Dentro de esta trinchera, que se caracteriza por invertir en títulos emitidos por empresas que dan un tipo de interés fijo y, además, ofrecen la posibilidad de cambiar los bonos por acciones a un precio prefijado, el Camfunds Convertible Pacific EUR retrocede el 7,06 por ciento en agosto y el Parvest Asian Convert Bond L, el 3,21 por ciento. Sin embargo, los que invierten en renta fija de baja calificación crediticia (high yield) mantienen el tipo, con una rentabilidad media del 0,71 por ciento en agosto.

Ante esta situación, ¿cuál es la principal amenaza para la industria de fondos? Teniendo en cuenta que las letras del Tesoro a doce meses ofrecen ahora el 4,35 por ciento y algunos depósitos bancarios, sobre todo por Internet, más del 4 por ciento TAE (tasa anual equivalente), los fondos conservadores corren el peligro de quedarse secos en esta ultima guerra de los mercados.

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