
Según un estudio de una de las escuelas de negocio de la Universidad de Nueva York (NYU), alrededor del 20% de los gestores de fondos de inversión libre estadounidenses (hedge funds) oculta información importante de forma rutinaria, o directamente miente a sus clientes.
El estudio de la NYU está basado en una muestra de informes de auditoría (due diligence) de 444 hedge funds llevados a cabo entre 2003 y 2008 por la firma Analytical Research, experta en procesos de análisis independiente dentro de la industria de la gestión alternativa. Así, de él se desprende que casi un tercio (un 28%) de los gestores proporcionan información de todo tipo que, o bien es incorrecta, o es imposible de verificar.
Además, es muy frecuente que se produzca una distorsión u ocultación de problemas legales o de regulación pasados (sucede en el 21% de los casos). Y precisamente aquellos productos o gestores con antecedentes legales son los que más tergiversan y menos auditorías externas realizan.
Más rentabilidad... pero efectos contraproducentes
Desde la NYU, señalan que en general los gestores que mienten estratégicamente en sus informes de auditoría tienden a controlar productos más rentables que otros de su misma categoría. Sin embargo, este engorde de rentabilidades puede resultar contraproducente, ya que puede que en un determinado período, el fondo en cuestión lo haya hecho mejor que sus comparables, pero los datos de evolución no lo reflejan.
Otro de los hallazgos del estudio es que los hedge funds que están tasados por firmas independientes tienen una evolución peor que aquellos cuyo precio está fijado por su propia gestora. Así, advierten de que el que una firma no cuente con un asesor externo puede ser un síntoma de que está cometiendo fraude en el cálculo del comportamiento de sus productos.
Confianza, transparencia y auditoría contra los fraudes
Pero, sin duda lo más sorprendente son las conclusiones sobre manipulación, transparencia y estafas. "En parte porque las firmas de hedge funds no están bajo el paraguas de la SEC, su comercialización siempre ha dependido de la confianza que depositaban los clientes en los distribuidores. Esto, junto con la transparencia limitada de los hedge con respecto a operativas y rentabilidades, son razones potenciales que pueden explicar por ejemplo como pudo el fraude de Madoff durar tanto", apuntan desde la Universidad de Nueva York, y explican que precisamente "una rentabilidad alta tergiversada puede atraer cada vez más dinero inversor y perpetuar esquemas ponzi durante largos períodos de tiempo".
En un entorno en el que falta variedad de fuentes fiables y consultables sobre la fiabilidad de un determinado agente "la confianza es cada vez más importante", destacan desde la escuela de negocios.
El informe liga en gran medida esa confianza a la labor de auditoría a la que están sometidas las firmas. Llama la atención el hallazgo de que, en general, las gestoras de fondos libres que más información ocultan o manipulan están auditadas por firmas que no pertenecen al grupo llamado Big 4 (Deloitte, PriceWaterHouseCoopers, KPMG y Ernst & Young).
Pero algo está cambiando. Desde el estallido de la crisis, una de las cosas que más valoran los inversores es la transparencia y la claridad en la información. Por ello, la NYU destaca que ha encontrado evidencias de que "las firmas que ponen a disposición del cliente toda la información posible, incluso la relativa a problemas previos con los reguladores, tienden a captar más dinero que las que viven en la opacidad".