
Sus siglas responden al nombre de Plan Individual de Ahorro Sistemático y tiene rasgos del seguro y las pensiones. La fiscalidad es su mejor aliada, aunque por ahora son los grandes desconocidos para la mayor parte de los ahorradores españoles. Pero ¿qué son? ¿a qué se dedican? ¿en qué entorno han aparecido?
Hedge funds, fondos cotizados y ¿PIAS? son las principales novedades en el mundo de la inversión y ahorro a medio y largo plazo para este año. Pero mientras los hedge funds (fondos de inversión libre en su interpretación española) y los ETF (fondos cotizados) son los recién llegados más famosos del mercado, los PIAS están aún levantando el vuelo.
Definición
¿Qué son? ¿A qué se dedican? ¿En qué entorno han aparecido? Paso a paso. PIAS significa Plan Individual de Ahorro Sistemático. Es decir, su estructura y filosofía de inversión es la misma que la del seguro individual de vida, cuyos derechos generados deberán servir para constituir una renta vitalicia (periódica) asegurada. Sus aportaciones, que no pueden superar los 8.000 euros anuales y los 240.000 euros en el total del producto, no deducen en la declaración de la renta.
Sin embargo, y aunque se vistan de seguros, en la práctica su función es la de sustituir o complementar los planes de pensiones. ¿Por qué? Estos productos, que son fruto de la fiscalidad que entró en vigor el pasado 1 de enero, están concebidos para ser rescatados en el momento de la jubilación, como un plan de pensiones, en forma de renta vitalicia.
Eso sí, para disfrutar de una exención fiscal plena, el ahorrador debe mantener más de diez años su PIAS y recoger las ganancias en forma de renta periódica.
¡Viva la liquidez!
Pero aquí llega la gran diferencia con los planes de pensiones. "Disfrutan de una liquidez que no tienen éstos", asegura Pere Baixauli, director de Producto de Bancaja. Es decir, "algunas personas, sobre todo las que no pasan de los 45 o 50 años, no invierten en un plan de pensiones porque les preocupa dejar el dinero en un instrumento de inversión ilíquido, que no les permite rescatarlo en un momento concreto"; y con los PIAS esta sensación desaparece, porque es el ahorrador el que decide la ocasión en la que recogerá su dinero y las ganancias obtenidas.
Eso sí, si lo hace antes de diez años tendrá que pasar por Hacienda, que se llevará un 18 por ciento por las plusvalías obtenidas. El mismo porcentaje que el resto de productos financieros (depósitos, acciones o fondos de inversión).
En resumen, tal y como indica Caser, estos productos de ahorro - previsión disfrutan de un tratamiento fiscal privilegiado en la medida que cumplan determinados requisitos.
Compatibles
Pero no sólo hay que ver los PIAS como sustitutos de las pensiones, sino que complementan a la perfección a estos últimos productos. De hecho, Baixauli comenta que el plan de ahorro sistemático que lanzó su entidad hace dos semanas está siendo contratado tanto por los reacios a tener un plan de pensiones, con edades de entre 40 y 45 años, como por los que ya tienen uno de estos últimos y quieren complementarlo.
Y es que otra de las ventajas de los PIAS es que el máximo de 8.000 euros que se puede ingresar al año es independiente de las aportaciones a otros sistemas de previsión social, como planes.
Aceptación
En este sentido, Jorge Martínez Ramallo, director corporativo del grupo Aviva, ve los PIAS como "un instrumento de ahorro destinado a complementar la oferta de productos apartada, en ocasiones, de la población que percibe su jubilación como demasiado lejana".
¿Qué aceptación están teniendo estos productos? Desde principios de año se han lanzado cinco PIAS, dos pertenecen a filiales de seguros de cajas (La Caixa, e Ibercaja), otros dos a Mapfre y uno a Aviva, que lo distribuye Bancaja y Caja España. Y la aceptación está siendo alta.
"Como siempre que se lanza un novedoso producto, la acogida es óptima, aunque en el producto de Bancaja ha animado el que el interés ofrecido sea el cinco por ciento el primer trimestre", reconoce Baixauli. No obstante, indica que en la revisión de marzo, los intereses serán más ajustados.
Carcasas de distintos colores
Tienen estructura de seguro, complementan a los planes de pensiones, pero ¿a quién se parecen en las inversiones?. Hay tres formas de presentarlos: referenciados al euríbor, construyendo una cartera de fondos o deuda pública consolidada a largo plazo u ofreciendo un tipo fijo o variable.
Por ejemplo, el PIAS Euríbor de Ibercaja Vida admite aportaciones mensuales desde 20 euros al mes y el tipo de interés se renueva semestralmente en función de las expectativas de rentabilidad del mercado. La ganancia mínima garantizada está referenciada al euríbor. Al igual que Bancaja, para llamar la atención del ahorrador, la entidad ha comenzado con una remuneración del cuatro por ciento.
Y el de VidaCaixa ha optado por garantizar durante los primeros seis meses un tipo de interés igual a la deuda pública a seis meses menos un punto. Tras este plazo tomará como referencia el tipo de interés referenciado a la deuda pública a doce meses, menos 1,25 puntos, con renovación anual.
Aunque habrá que esperar a lo que el resto de aseguradoras lancen en los próximos meses, los expertos auguran que las estructuras que más triunfarán serán las centradas en unit linked (invierten en cestas de fondos según el perfil de riesgo de los particulares) y de fórmulas garantizadas.
Todas las entidades contarán con un PIAS, aunque alguna lo hará más por obligación que por devoción, ya que no cree que pueda ofrecer una jugosa ganancias. Además, la gran incógnita es qué pasará si llegan futuras reformas del IRPF que les quiten sus ventajas fiscales, su principal razón de ser.