El primer ministro chino, Wen Jiabao, se excusó el sábado en Pekín por el escándalo de la leche infantil contaminada y prometió que las exportaciones de alimentos chinas seguirán las normas internacionales y se ganarán la confianza de los clientes en todo el mundo.
"Nos apenó mucho" el caso de la leche con melamina, dijo Wen a la prensa tras la clasura de la cumbre Asia-Europa de dos días en la capital china.
"Utilizaremos nuestras acciones y la alta calidad de nuestros productos para ganarnos la fe y la confianza de los ciudadanos chinos y del resto del mundo", aseguró.