En la disputa por los votos de la clase trabajadora, el presidente Barack Obama y su contrincante republicano Mitt Romney intercambiaron acusaciones sobre China y el apoyo a políticas que derivan en el traslado empleos al exterior, en medio de la difícil recuperación de la economía del país.
"En 2008, como candidato, Obama se había comprometido a 'enfrentar' a China", manifestó Romney en su mensaje semanal transmitido por internet. "Sin embargo, desde entonces, Obama ha permitido que China nos pase por encima".
Por su parte, el equipo de campaña de Obama afirmó que Romney lucró con la externalización de empleos a favor de China. El presidente también mostró un nuevo mensaje de campaña en el que se presenta a Romney como un peligro para la recuperación del país.
En el mensaje de 60 segundos y un costo de seis millones de dólares, el ex presidente Bill Clinton afirma que "(los republicanos) quieren regresarnos a las mismas políticas antiguas que precisamente nos metieron en problemas".
Cuando faltan siete semanas para las elecciones, ambos candidatos se tomaron un receso raro en su campaña aunque intensificaron su metralla sobre la economía, en el ámbito de China. Obama vio la oportunidad de socavar la fortaleza de su contrincante republicano y éste no cedió terreno.
Romney puso énfasis en China a fin de reorientar su imagen en el tema más importante para los electores y de su campaña misma tras una semana difícil dominada por la política exterior ?uno de los puntos débiles del candidato_, a raíz de la agitación contra las embajadas de Estados Unidos en el Medio Oriente.
El vuelco sobre China también fue indicio de la necesidad de Romney de captar apoyo entre los electores de la clase trabajadora. Romney necesita que ese sector acuda en noviembre en grandes números a las urnas.
El equipo de campaña de Obama dijo que le venía bien la discusión sobre China, punto en el que afirma que Romney tiene muchos puntos vulnerables.