El fabricante estadounidense de electrodomésticos Whirlpool recortará 5.000 puestos de trabajo, principalmente en Norteamérica y Europa, después de registrar una caída del beneficio neto atribuido del 59% en los nueve primeros meses, hasta 185 millones de dólares (132 millones de euros), ante los "niveles recesivos de la demanda" en los mercados desarrollados y el debilitamiento de los emergentes.
En concreto, Whirlpool anunció que los planes de reducción de costes de la compañía incluyen el recorte de 5.000 puestos de trabajo, principalmente en Norteamérica y Europa, donde reducirá alrededor de un 10% sus plantillas, así como el cierre de una planta de refrigeradores en EEUU y la deslocalización de la producción de la producción de lavavajillas en Neunkirchen (Alemania), que se trasladará a Polonia.
Whirlpool cuenta en España con una estructura comercial formada por unas 60 personas, indicó a Europa Press el portavoz de la compañía en España, Oscar Iniesta, quien explicó que, "esta reducción de plantilla afecta a la estructura fabril por lo que no afectará a España"