La administración concursal de Carcesa ve "indicios" para considerar a la familia Ruiz-Mateos culpable de la insolvencia de la empresa extremeña, después de detectar que extrajo hasta 54,4 millones de euros en disposiciones en efectivo de cuentas bancarias, sin justificación y con destino desconocido.
Según consta en el informe de situación patrimonial de Carcesa, que se ha notificado hoy a los acreedores, las salidas de dinero del fabricante del tomate "Apis" y los zumos "Fruco" hacia otras empresas de Nueva Rumasa o con destino desconocido (que totalizan 89,3 millones) son el motivo del desfase patrimonial de la empresa.
"Casi todas las entidades que recibieron dicho dinero están en situación de concurso de acreedores y parece difícil la consecución de su crédito", alertan los administradores concursales, que también se quejan de la existencia de sociedades radicadas en paraísos fiscales que dificultan la búsqueda de bienes y el recobro de las cantidades adeudadas.