La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha revisado la perspectiva sobre la nota 'AA+' de Bélgica, que ahora pasa a "negativa" desde "estable" ante la incertidumbre política en el país por los fallidos intentos de formar Gobierno tras las elecciones de junio y la falta de consenso político para superar la división lingüística.
"Pensamos que la prolongada incertidumbre política a nivel doméstico supone riesgos para el crédito del país, especialmente ante las difíciles condiciones de los mercados a las que se enfrentan muchos países de la zona euro", afirma Marko Mrsnik, analista de S&P.
No obstante, la calificadora de riesgos admite que esta prolongada incertidumbre hubiera sido aún más perjudicial para la situación crediticia de no ser por la capacidad y fortaleza de las instituciones belgas, lo que ha permitido cumplir los objetivos de reducción del déficit en 2010 y superar las expectativas de crecimiento.
Sin embargo, S&P aprecia riesgos para el cumplimiento del objetivo de déficit del 4,1% en 2011 y para la posición fiscal de Bélgica en general a pesar del aparente consenso entre las distintas fuerzas políticas sobre la necesidad de un esfuerzo continuado de consolidación y fiscal y reducción de la deuda pública, actualmente situada en el 94,6% del PIB.