El beneficio neto sin extraordinarios de Total cayó un 8% hasta 3.100 millones de euros, por encima de los 3.000-3.060 millones previstos, gracias a la subida del crudo y a los márgenes de refino, que contrarrestaron la caída de los precios del gas natural. La producción aumentó un 1,4% hasta 2.322 millones de barriles de petróleo equivalente por día, ligeramente por debajo de lo previsto. De cara al futuro, la petrolera ha dicho que su estrategia de control de costes junto con el desarrollo de nuevos campos ha fortalecido las perspectivas de crecimiento para los próximos años y a muy largo plazo.