La agencia de calificación de resgo considera que AIG ha hecho grandes progresos en su proceso de restructuración y ve factible que devuelva las ayudas que recibió del Tesoro, además de recomprar una buena parte de su capital en en manos del Gobierno estadounidense.
La aseguradora, de la que Washington cuenta con una participación del 80%, todavía depende de forma significativa del respaldo estatal, pero si su actividad y los mercados financieros continúan estabilizándose, la compañía puede generar valor suficiente como para pagar a EEUU.
El pasado mes de agosto, el consejero delegado de AIG, Robert Benmosche, se mostró confiado en la capacidad de la aseguradora estadounidense de devolver los 180.000 millones de dólares que ha recibido en concepto de ayudas.