La Cámara de Representantes de EEUU aprobó, en medio de agrias disputas partidistas, un plan de estímulo de 825.000 millones de dólares para hacer frente a la peor crisis económica en el país desde la Gran Depresión.
Con 244 votos a favor y 188 en contra, los legisladores aprobaron un plan que incluye recortes tributarios para las familias y pequeñas empresas e inversiones en infraestructura y programas sociales en los próximos dos años.