Firmas

Después de la moción de censura, ¿se recompondrá el centro-derecha?

  • La reconstrucción es un deber para mantener el Estado de Derecho
Albert Rivera y Mariano Rajoy. Foto: Archivo

Lo que ha quedado claro en el debate de la moción de censura es que el centro-derecha está en una situación de recomponerse. En ese espacio político, los partidos son instrumentales; organizaciones para llegar al Gobierno. Su votante no espera la venta de utopías ideológicas, sino la certidumbre de una buena administración, si acaso reformista pero, en ningún caso, rupturista. Al contrario que en la Izquierda o los nacionalismos y, más aún, en los populismos de izquierda y derecha. Los votantes de estos últimos espacios políticos se abrazan a esquemas más preconcebidos y por tanto tienen partidos más estables, incluso centenarios. Y aunque parece claro que la moción de censura saldrá cuando escribo este artículo, lo haga o no, lo que está claro es que la situación no es la misma que antes de este debate y el centro-derecha tendrá que recomponer su figura teniendo en cuenta la naturaleza instrumental de los partidos de este espacio.

La historia de la democracia española lo dice. Primero fue la UCD la que gobernó, siendo el instrumento que consiguió pilotar la transición y que una vez lograda se autodisolvió, en parte porque así se lo dijeron los electores. La UCD dejó paso a distintos spin off de este partido instrumental. Fueron, entre otros, el CDS (Centro Democrático y Social) de Adolfo Suarez; el PDP-DC (Partido Demócrata Popular, Democracia Cristiana) de Oscar Alzaga y Javier Rupérez; UL (Unión Liberal) de José Antonio Segurado y Esperanza Aguirre. Luego, el primer partido desapareció y los otros dos ayudaron a construir el hoy conocido Partido Popular. Con esta recomposición, el centro-derecha logró llegar dos veces al Gobierno, con una alternancia entre bloques, centro-derecha y centro-izquierda, que era una garantía de estabilidad constitucional.

Ahora el centro-derecha está ocupado por Ciudadanos y el PP, ¿es esta la fórmula para llegar al Gobierno en el futuro? Dependerá de la capacidad de convencer a una mayoría cualificada de votantes de que son capaces de hacerlo. Esta es la pregunta que sus dirigentes deben hacerse. El liderazgo en este espacio no está en ser el que manda en sus partidos, sino en los que consiguen convencer a los electores de que pueden resolver los problemas de la ciudadanía, desde la perspectiva de las soluciones de sus fórmulas políticas.

Las circunstancias actuales hacen que esta recomposición exija dos cosas: imaginación, generosidad, habilidad negociadora y pragmatismo. Imaginación para encontrar fórmulas de colaboración de diversas formas. Generosidad para ser capaces de renunciar a aspiraciones personales y de grupo, que pueden ser legítimas, pero que impiden la conjunción de fuerzas en este espacio para la mejor solución a la ciudadanía. Pragmatismo para poder adaptarse a las diferentes situaciones a las que se enfrente, incluso las situaciones en las que las dificultades parezcan que sea imposible cumplir su función de representar a sus electores y defender sus intereses.

El PSOE es el que va a tener la obligación de gobernar a partir de mañana. Lo va a hacer con una situación parlamentaria y territorial complicada. Para ello tampoco le vendría mal tener una oposición responsable, que son aquellos que no le han votado en la moción de censura. Es decir, que la reconstrucción del centro-derecha le conviene también a la estabilidad del país. Porque si no se hace así, se volverá a depender de los partidos nacionalistas para gobernar y, por tanto, con las dificultades que hemos visto en la estabilidad.

El jueves, el señor Tardá, que votó a favor de Sánchez, defendió la secesión y las leyes contra-constitucionales. Anunció que ellos están en la fase de la confrontación y pidió diálogo. Si éste va a ser el apoyo del que depende Sánchez para gobernar, la situación será insostenible. Hay que negociar en Cataluña, dice el nuevo presidente, pero con estos interlocutores solo lo podrá hacer con garantías si tiene ayuda de los otros constitucionalistas. Dentro de esos están las fuerzas del centro-derecha, que si están desorganizadas no podrán ayudarle ni darle argumentos. Lo mismo que Rajoy pidió la ayuda al PSOE, éste tendrá que pedir ayuda a la oposición en "Materias de Estado", que son los temas claves.

Reconstruir el centro-derecha es un deber para mantener la Democracia y el Estado de Derecho. Este es el trabajo de los que están en este espacio político. De momento, la situación está en la línea de salida. Ahora, a correr.

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