
El pasado 7 de junio pasará a la historia de la industria financiera española: el Banco Santander compraba el Banco Popular al Mecanismo Único de Resolución europeo (MUR) por un euro, ante el riesgo de la falta de liquidez suficiente para atender a sus clientes. La Junta Única de Resolución europea (SRB por sus siglas en inglés), perteneciente al MUR, confirmaba la noticia de la drástica medida, nunca antes tomada en Europa, acelerada por los problemas de liquidez del Popular. El Banco Central Europeo (BCE) apoyaba esta medida, que exigía al Santander ampliar capital en 7.000 millones, para cubrir el capital y las provisiones requeridas para reforzar el balance del Popular.
La compra del Santander supone que este banco asume todos los compromisos del Popular en liquidez y continuidad de sus negocios, ya que absorbe la entidad. El Santander debía ampliar capital en 7.000 millones para digerir la absorción y de esa manera no recibir ninguna ayuda pública. Hasta aquí ya conocemos el relato.
El Santander anunciaba la ampliación de capital de 7.000 millones, colocación que se dará con un descuento del 20% respecto al cierre del pasado lunes, cifra que supone una oportunidad para el accionista que acude por el derecho de suscripción a una ampliación más barata. Los accionistas titulares de derechos de suscripción preferente, así como aquellos inversores o accionistas que los adquieran en el mercado, podrán solicitar la suscripción de un número de acciones adicional al que les correspondería por el ejercicio de sus derechos, para el supuesto de que al término del período de suscripción preferente no se hubiera cubierto íntegramente el aumento de capital. Esto siempre que unos y otros ejerciten durante el período de suscripción preferente la totalidad de los derechos de los que sean titulares. El propio Banco Santander, Citigroup y UBS actuarán como entidades colocadoras.
Esto ocurre al mismo tiempo que la entidad ha declarado que espera un beneficio neto aproximado de 3.600 millones hasta junio, un 24% más, gracias a la mejoría de los tipos de cambio de las divisas. Sin contar con el efecto de tipo de cambio, que han impulsado los resultados, el beneficio hubiera crecido un 7% por el impulso del margen de intereses y las comisiones, que se estima han aumentado un 6% y algo más del 11% respectivamente; en el lado contrario, los costes han crecido un 4%, por debajo de la inflación media de los principales mercados donde opera el grupo. El resultado también sube porque bajan las provisiones en un 6%, con caídas en todos los países, menos México y Argentina.
La idea es reforzar y optimizar los recursos propios, así como hacer frente a la adquisición del competidor. Para cubrir la totalidad del capital se emitirán 1.458 millones de nuevas acciones, a un valor nominal de 50 céntimos, más una prima de emisión de 4,35 euros la acción, por lo que el tipo de emisión total de las nuevas acciones será de 4,85 euros, y el importe efectivo total del aumento de capital ascenderá a 7.072,43 millones de euros.
Durante quince días naturales, que se estima que irán desde el 6 al 20 de julio, ambos inclusive, los derechos de suscripción preferente se negociarán en las Bolsas de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, así como en las de Lisboa y Buenos Aires.
El Banco Santander ha suscrito un contrato de aseguramiento y colocación por la totalidad del aumento de capital con un sindicato de entidades de crédito, por lo que la operación está totalmente asegurada. Los derechos de suscripción preferente que no sean ejercitados se extinguirán automáticamente a la finalización de dicho periodo.
Así, el Santander ya ha dado el primer paso de la ampliación de capital que le permitirá pasar del tercero al primer puesto en la banca española por volumen de activos. La ampliación supone aumentar en un 10% el número de acciones del banco, al emitir 1.458 millones de acciones nuevas. Éstas se venden a 4,85 euros por acción, lo que supone un descuento de casi el 20% sobre el precio de cotización actual. Como la operación se realiza vía derechos de suscripción, son los accionistas actuales quienes tienen preferencia para comprar los nuevos títulos y beneficiarse del descuento fijado. De este modo, el banco obtiene 7.072 millones para financiar la integración y el saneamiento del Popular.
Este martes, las caídas en la preapertura se quedaban en menos de 1%, lo que lleva a los títulos a moverse en los niveles de 5,9 euros. El descenso, aunque escaso, obedece a que el mercado está ajustando la entrada en circulación de las nuevas acciones como consecuencia de la compra de Popular. La ampliación sale con un descuento mayor al esperado (en torno al 10%), con ello el Santander quiere asegurarse el éxito de la misma.
El principal riesgo de una ampliación de capital vía derechos es que la acción caiga por debajo del precio de emisión: en ese caso nadie acudiría a la ampliación de capital, porque saldría más barato comprar una acción vieja en el mercado. Igualmente, en este escenario los derechos no tendrían valor. Este es un escenario muy poco probable en la ampliación del Santander.