
Me avisaron. Podría haber algún acto el 15, fecha de las primeras elecciones democráticas, hace 40 años. Cambié mi programa para ese día, decían que convocarían a los parlamentarios constituyentes (los que quedaran). Yo lo fui con UCD por la circunscripción de Valencia.
Alguien debió pensar en algo como un reconocimiento por la labor que trajo la democracia. Pero la Moción de Censura de Podemos parece que ha ocupado el hemiciclo para ese día ¡Como si no se hubiera podido interrumpir por un par de horas! El alegato de Iglesias en su iconoclasta lucha contra la transición han conseguido dificultar su celebración.
"España y yo somos así". Frase del galán de la obra de Eduardo Marquina (1879/ 1946), Diego de Carvajal, en su obra en Flandes se ha puesto el Sol. Pero al contrario que en el teatro, donde el personaje lo exclama para demostrar a su dama su amor, en este caso es para escupir desprecio a la historia y sus éxitos.
No haber tenido el más mínimo respeto a la fecha indica el desamor de una parte de esta generación bisoña al esfuerzo de la anterior. Esa parte que se envuelve en la soberbia y, como decía Machado "desprecia cuanto ignora". Mi aportación fue modesta, por eso no merezco nada. Pero la de muchos de mis compañeros fue decisiva y merecen si no homenaje, sí reconocimiento.
No estaría de más que la Presidencia del Congreso iniciará la sesión con un recuerdo para los constituyentes ensalzando sus líderes, Suárez, González, Carrillo, Pujol (!sí Pujol!), Arzalluz, Tierno Galván, Fraga, ... y el esfuerzo de concordia y negociación que convirtió España en una nación moderna, con problemas, pero con un balance positivo al cabo de 40 años.
Ya lo dijo Cicerón: los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. Más aún si el olvido no es involuntario, sino un acto consciente de quienes quieren convertirse en sus salvadores. Mañana trabajaré en Barcelona.