Firmas

La gestión del talento, motor de negocio

  • Las empresas deberán apostar por potenciar el departamento de 'personas'
Foto: iStock

El mercado laboral se encuentra en plena transformación. Según cifras del Boletín Trimestral del Empleo en las Pymes, durante 2017 se generarán en España medio millón de trabajos y, de acuerdo con los pronósticos del FMI, el PIB aumentará un 2,3% a lo largo del año. Estos datos evidencian una recuperación que seguirá consolidándose durante 2018 y que comportará, tras una larga temporada dominada por la contención, una mayor capacidad de contratación.

En consecuencia, las empresas deberán apostar por la potenciación de un departamento que cada día tiene más relevancia a nivel de negocio: el de los recursos humanos o mejor, como ahora se denomina, el de personas. Un área que deberá, por un lado, fomentar la retención, captación y desarrollo de talento y, por el otro, implantar planes de formación que incrementen o potencien la empleabilidad para con ello nutrir y actualizar la competitividad de las compañías.

En lo que a talento se refiere, los perfiles más buscados serán aquellos que cuenten con habilidades multidisciplinares debido a su capacidad de adaptación y trabajo en equipo y proyectos transversales. Profesionales, en definitiva, que sean capaces de llevar adelante distintas funciones, nativos o plenamente incorporados a la cultura digital y, sobre todo, que sean capaces de adaptarse a los cambios. De manera paralela, las compañías apostarán cada vez menos por la contratación de perfiles estrella solitarios y más por la cimentación de equipos competentes, firmes y complementarios capaces de afrontar proyectos de una manera colectiva y participativa.

La apuesta por la empleabilidad, en consecuencia, permite una mayor rotación de perfiles. Los empleos para toda la vida son cada vez menos comunes y, de hecho, la media general indica que los perfiles más jóvenes no permanecerán durante un período superior a los tres años en una misma compañía. En este contexto, la retención de talento en algunos casos es cada vez más importante. Aun así, es fundamental que las organizaciones destinen tiempo, esfuerzos y recursos al impulso de la empleabilidad a través de planes de carrera que aporten valor añadido a los equipos, a la vez que nutren de conocimiento y savia nueva a la propia compañía.

Por otro lado, destaca el importante cambio que el liderazgo femenino está representando en el entorno laboral. Pese a que la presencia de mujeres sigue siendo crítica en los Consejos de Administración, son varias las instituciones que están tomando medidas para cambiar esta tendencia. Es el caso de Fomento del Trabajo que, durante este 2017, desarrollará un programa de actividades que tiene como objetivo promover y facilitar el posicionamiento de mujeres directivas en puestos relacionados con la toma de decisiones.

Tampoco debemos olvidar el importante peso que tiene en esta transformación laboral la digitalización. El fácil acceso a la tecnología ha cambiado la manera de ser de las personas y ha supuesto que las compañías precisen un cambio en su cultura de forma muy relevante para actualizar sus procesos y dar respuesta a una nueva realidad.

Los departamentos de personal también deben incorporarse a este cambio digital y transformar algunos procesos con nuevas herramientas tecnológicas y una distinta visión de sus responsabilidades a través del uso de analíticas avanzadas, el Big Data o la disponibilidad en la nube de nuevas herramientas. La visión predictiva y el planteamiento de escenarios competitivos de futuro pasan a ser elementos cruciales con los que deben trabajar también los departamentos de personas para no hipotecar los resultados de las compañías.

En definitiva, los departamentos vinculados a la gestión de personas deben asumir un papel cada vez más relevante y clave dentro de las compañías, actuando como verdaderos motores de cambio y ayudando a la transformación de los negocios de una manera orgánica y natural, potenciando su capilaridad dentro de las organizaciones. Han de ser capaces de actuar como un vector de apoyo al negocio por lo que es imprescindible que formen parte de las decisiones de la dirección general ya que su alcance no se puede circunscribir a actuaciones relacionadas con la gestión de las nóminas y la resolución de conflictos. En conclusión, ante el nuevo escenario positivo de crecimiento económico en el que nos encontramos, las reglas de juego en el mercado laboral están cambiando y las organizaciones tienen en sus manos el reto de apostar por sus equipos alineando su negocio a la transformación que vive la sociedad y el mercado.

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