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¡No es sólo un debate presupuestario!

  • Las primarias del PSOE han impedido dar estabilidad política al país
Foto: Efe.

El debate de los Presupuestos Generales del Estado, especialmente este año, no ha sido sólo un debate presupuestario; sino la escenificación de la situación política. Si fuera por el "PSOE de la Gestora", el grupo parlamentario socialista se habría abstenido en las enmiendas a la totalidad facilitando su tramitación posterior. Pero la lucha por las primarias no se lo ha permitido. Susana Díaz no quiere darle a Pedro Sánchez la ventaja de jugar a ser el único candidato a secretario general del PSOE que figure como opositor a Rajoy. Bastante hicieron con abstenerse en su investidura. Es lo que le trasmiten al Gobierno. Gobierno que no se atreve a exigirles la abstención, porque temen más una victoria de Sánchez que un rechazo a las cuentas. En ambos casos tendría que disolver y esta semana no tiene su mejor cara después de la Operación Lezo.

La convocatoria de las primarias ha impedido que el PSOE hiciera el trabajo completo: dar estabilidad política al país. Eso hubiera exigido pactar un Presupuesto para este año. Pero el temor a que su aprobación con los votos o la abstención socialista diera alas a la campaña de Pedro Sánchez en las primarias ha impedido que completarán su aportación a esa estabilidad; como hubiera correspondido a una oposición socialdemócrata responsable.

Por otra parte, Podemos utiliza este debate para completar su escenificación. La Operación Lezo ha dado alas a Iglesias. Después de ella anunció su moción de censura, en la que nadie le sigue. Moción que apoya con una movilización callejera el día 20 de este mes, justo la jornada anterior a las votaciones de las primarias socialistas. No es casualidad. Toda su estrategia pasa por demostrar que es el "jefe de la oposición" real frente a PSOE. La discusión de los Presupuestos le permitirá reforzar ese mensaje con una crítica a las cuentas del Gobierno de un partido que, según él, es corrupto.

Nadie espera que los antiguos nacionalistas catalanes, ni los republicanos, apoyen unas cuentas del Estado. Es posible que el PDCat discuta los números en busca de mayores ingresos para la Generalitat, pero como no va a aprobarlo, su capacidad de influir es nula. Habrá que seguir esta evolución; más interesante por los indicios acerca del Procès que por la discusión parlamentaria. Solo si los coaligados en Junts pel Si dudasen de su Procès, estarían interesados en la discusión estrictamente presupuestaria.

PP, Ciudadanos y CC sí están interesados en el debate de los números, pero ya lo han hecho durante la negociación del borrador. Ahora su reto parlamentario es conseguir salvarlo. Es un reto político para el que cuentan con el PNV. Un PNV más preocupado por el cupo vasco que por unas cuentas que no son tan vitales para el Gobierno de Euskadi como para las demás autonomías. Hay discrepancias superiores a los 1.000 millones de euros en los últimos cinco años en el cálculo de lo que Euskadi debe aportar al Estado por servicios de competencias no transferidas. Nada que no se pueda arreglar. Minucias presupuestarias.

En conclusión, esta vez, lo de menos son los números. Todos los argumentos presupuestarios son una pantalla. Detrás de ellos, intenciones políticas. Un debate en parte demagógico, en parte político, nada hacendístico.

A nadie de la oposición le interesa el déficit, que está pactado con la Unión Europea; tampoco si el cuadro macroeconómico es realista. Todos los expertos aseguran que España crecerá dos o tres décimas de punto por encima de las previsiones de los Presupuestos. Previsiones que el propio Gobierno ya da por antiguas en su Plan de Estabilidad enviado a la Unión Europea. Esas serían las razones para votar a favor de las enmiendas de totalidad. Porque la distribución de los gastos en más o menos partidas sociales, o en inversión, corresponden a la discusión posterior o han sido negociados antes de la presentación del proyecto. En cuanto a la distribución de ingresos (si hay que hacer más hincapié en los directos -IRPF y Sociedades- o los indirectos -IVA-) lo mismo.

Ha sido una discusión no sólo presupuestaria. Y por ello más interesante, aunque menos rigurosa. El arma de Rajoy: desde del pasado día 3 de mayo ya puede disolver, pero por ahora no le conviene. Debe dejar pasar un tiempo... y en eso sí que es un maestro.

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