
Europa comienza a ponerse firme contra las grandes compañías y sus técnicas de evasión fiscal. Le toca el turno a Apple, la firma tecnológica de Cupertino, conocida por el iPod y el iPhone. Apple es a día de hoy la empresa de mayor capitalización a nivel mundial y se enfrente a una posible devolución de impuestos referentes a diez años comprendidos entre 2003 y 2014. Como ya le tocó en su día a Starbucks y al grupo Fiat-Chrysler, aunque por cuantías mucho menores (30-40 millones)
El problema reside en el acuerdo entre Apple e Irlanda en cuanto al pago de impuestos en este país. Apple tiene en Irlanda su filial europea donde desde 1980 ya contaba con una fábrica y donde después situó su matriz en Europa. Por estos acuerdos, que se dieron fecha en 1991 y en 2007, Apple consiguió reducir el porcentaje de pago de impuestos al 1% y reducir hasta el 0,005% el pago de los beneficios que provenían de Europa en 2014. El total, de los 200.000 millones de dólares que tiene Apple fuera de Estados Unidos, el porcentaje por el que ha estado gravado durante esos diez años es únicamente de un 4%.
La ventaja fiscal es más que clara y de ahí el "derecho" que tiene Europa a quejarse y reclamar un pago por esos beneficios no declarados en Europa.
Sin embargo Apple, Irlanda y EEUU no lo ven del mismo modo. Por un lado la respuesta de Apple es clara, recurrirán cualquier decisión de este tipo basándose en que esta compañía cumple escrupulosamente la legalidad y que, del mismo modo, Apple ha recibido las mismas condiciones que otras muchas empresas. Como matiz personal hemos de admitir que la ley la cumplen, la cual no está exenta de ser ventajosa y de buscar un beneficio propio evadiendo impuestos. Este tipo de impuestos han de recaer sobre aquellos productos en los lugares donde se crea el valor, en este caso, los países miembros de la Unión Europea.
Nos encontramos ante una devolución de 13.000 millones de euros, lo cual supondría un récord por ser la mayor cantidad demandada por Competencia. Esta cantidad engloba a los últimos 10 año desde 2013, que fue cuando la UE interpuso la demanda.
Por otro lado, Irlanda asegura que esto es un ataque contra su sistema fiscal y que puede verse perjudicado por la misma aunque, del mismo modo, estos acuerdos entre la firma americana e Irlanda incumplen parte de los tratados de competencia interna de la Unión Europea.
Interés de EEUU
Por último, EEUU puede tener sus propios intereses ocultos. Por un lado Apple es el mayor contribuyente del país americano y se encuentran con sus propias batallas internas para conseguir que los capitales que se encuentran fuera de los EEUU se repatríen. Con estas devoluciones, lógicamente estas cuantían se verán reducidas. También alegan una extensión supranacional de las funciones de la Comisión Europea. Respondiendo a la administración americana, demuestra que no hay ningún tipo de campaña sobre empresas americanas y que se actúa del mismo modo contra cualquier tipo de empresa independientemente de su origen.
Este tipo de sucesos pueden sentar precedentes para que se inicie una regulación de este tipo de paraísos fiscales y que Apple y otras muchas compañías hagan frente a sus obligaciones del mismo modo que las pequeñas y medianas empresas. Los próximos objetivos de la UE pueden ser Amazon o McDonald?s.
Hemos visto tras la noticia cómo las acciones de Apple han reducido su valor en un 2%. Por otro lado, en septiembre se prevé el lanzamiento del nuevo iPhone 7 y que al igual que cualquier producto de la firma, suelen ser un evento importante en sus seguidores. Seguramente la compañía no quiera que este tipo de eventos nublen la salida de su pequeño.