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La 'cocina' de los test bancarios

  • Es un ejercicio edulcorado que no va a aclarar la problemática del sector

El pasado viernes se publicaron los test de estrés que la Autoridad Bancaria Europa, EBA por su acrónimo inglés, ha llevado a cabo sobre los 51 bancos más importantes europeos. Esta prueba es el inicio de los controles periódicos a los que se someterán los principales bancos europeos de forma continua y es consecuencia de la supervisión única de las entidades de crédito, Mecanismo Único de Supervisión o MUS; a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, donde la supervisión dependía del banco central de cada país.

Se trata de ver la asunción de pérdidas por estos cincuenta y un bancos, si se prefiere cómo quedarían los ratios de solvencia ante dos posibles escenarios simulados: uno de normalidad y otro recesivo. Recordemos que salvo el italiano Monte dei Paschi di Siena y el irlandés Allied Irish Bank todos los bancos han aprobado los test.

Todo el mundo prestará atención a ver si se cumplen unas ratios del 8% en el caso del escenario normal y del 5,5% para situaciones fuertemente recesivas o adversas, especialmente a este último el de 5,5.

Estos porcentajes hacen referencia al nivel de capital que los bancos tendrían, respecto a su balance, ante tensiones macroeconómicas. Es evidente  que los bancos que se sitúen por debajo del referido 5,5% tendrán que preparar algún tipo actuación para disminuir riesgo, especialmente créditos u operaciones con alta probabilidad de morosidad, así como posibles emisiones de capital o activos sustitutivos como los CoCo's, convertibles por contingencias.

A la hora de escribir esta tribuna todavía no se había hecho público el resultado de los test. Las filtraciones habidas hasta el momento parecen indicar que no habrá sustos o sorpresas, incluso parece que ha habido "cocina" para que no haya sobresaltos. Digo lo de "cocina" pues se ha dejado fuera ver cómo andan los bancos de nuestros vecinos portugueses, uno de los sistemas con mayor problema de capitalización, especialmente BCP y Caixa Gral. También se puede apreciar la "cocina" en que esta vez, y en contra de lo que ocurrió en 2013, las condiciones impuestas para la simulación del escenario adverso son más suaves, especialmente para el tratamiento de inversiones en países emergentes.

Los focos de atención se situarán en tres puntos principales: a nivel general y como decía anteriormente si hay algún banco por debajo de las ratios de capital estipuladas; los resultados de los bancos italianos, estos días en el ojo del huracán; por último cómo queda Deutsche Bank. Para el caso particular español, a diferencia de 2013, la situación parece estar totalmente controlada especialmente después de la ampliación de capital del Banco Popular, el único que hasta la mencionada ampliación más preocupaba de los que en nuestro país se examinaban.

Sobre estos test o exámenes conviene ir acostumbrándose a ellos, pues serán periódicos e, insisto, intentarán determinar la solvencia de las entidades. En la actualidad, la banca europea es mucho más segura y salvo algunos sistemas crediticios como el portugués, pendiente de un rescate igual que el país; también la banca italiana, pendiente de una fuerte reestructuración, no se espera sorpresas. Los principales bancos ya están o planean reestructuraciones como es el caso del Deutsche Bank o los grandes bancos españoles.

No creo que haya impacto tampoco en las bolsas, las cuales conocen muy bien la situación que en el tema de bancos nos movemos. Las cotizaciones están prácticamente en mínimos y desde luego y salvo excepciones alejadísimas de los máximos históricos, los cuales hoy por hoy se antojan difícilmente conseguibles incluso en el largo plazo. Insisto, no habrá previsiblemente movimientos en cotizaciones de acciones y activos asimilables, salvo sorpresa, porque también ha habido "cocina" en estas pruebas.

Fíjense si hay "cocina" que no se entra en: el efecto de inestabilidad provocado por el Brexit, rentabilidad de las entidades, que se sitúa en estos momentos por debajo del coste de capital normalmente exigido y que afecta a las posibilidades de captación de capital propio, afectación por tipos cero o bajo cero -situación actual- con el impacto que esta situación tiene en los resultados de las entidades.

Es este, el de los presente test de estrés, un ejercicio demasiado edulcorado muy "cocinado" y que nada nos va a aclarar sobre la problemática del sector bancario; sector básico y que es la correa de transmisión de la política monetaria. De nada nos sirven montañas de liquidez y tipos a cero por más que Draghi y todo el BCE se empeñe en ello. No nos va a decir nada porque la banca tiene en el corto plazo un problema de rentabilidad, los tipos a cero a la vez que la falta de ritmo económico dificultan su rentabilidad. Una rentabilidad que se desmorona además por las exigencias de capital.

Tampoco nos dirá nada sobre el problema de largo plazo que es el modelo de negocio del sector, donde la irrupción de la tecnología, fintech, plantea una reconversión del negocio al uso, a la vez que una fuerte restructuración de capacidad de producción -oficinas y personal- y necesidad de inversión -tecnología y nuevos perfiles profesionales en banca. La EBA, el BCE, el MUS y la UE saben que el problema, exceptuando casos, no es de solvencia sino de rentabilidad y de implementación de un nuevo modelo de negocio, así como las consecuencias que ello trae consigo.

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