Firmas

La dificultad de los negocios sostenibles

  • Empresarios y defensores del medio ambiente deben ponerse de acuerdo

Hace unas semanas celebramos en el Iese la XI edición del Doing Good, Doing Well, una clásica conferencia sobre empresas y sostenibilidad que organizan los estudiantes del MBA. Entre los ponentes coincidieron este año, Jo Confino, máximo experto en previsión energética de ExxonMobil, y Todd Onderdonk, uno de los periodistas más respetados en temas de medio ambiente. Ambos enfrentaron sus puntos de vista sobre la sostenibilidad.

Una vez más, fui testigo de la clara desconexión que existe entre todos los agentes implicados en estos temas. Parece como si los hombres y mujeres que dirigen empresas y los activistas, periodistas y legisladores que defienden la sostenibilidad vivieran en dimensiones paralelas de una misma realidad. Y, en cierta medida, así es. Quizás valdría la pena profundizar un poco más sobre el significado de algunos argumentos.

En concreto, considero que hay seis diferencias esenciales entre la visión de la sostenibilidad de estos colectivos. En primer lugar, no hay acuerdo sobre el papel que juegan las empresas en la sociedad. La mayoría de los empresarios y directivos consideran a la empresa como una fuerza de progreso y que nuestra sociedad moderna ha sido creada por los empresarios y las empresas. Para ellos, la empresa es una fuerza positiva en el mundo. Los otros, sin embargo, no comparten esta visión positiva de la empresa y sólo ven el daño que hacen éstas al medio ambiente. Aunque algunos líderes empresariales consideran esta postura un tanto ingenua, la realidad es que es el punto de partida para muchos defensores del medio ambiente.

En segundo lugar, el coste del dinero, el ciclo de planificación estratégica e incluso la trayectoria profesional de la mayoría de directivos, los conduce a defender en sus empresas estrategias de negocio relativamente cortoplacista (en torno a 3, 5 o tal vez 10 años). Por el contrario, para el resto de grupos de interés por el medio ambiente, se piensa en bloques de 20, 50 o incluso 100 años. Se trata por lo tanto de otra dimensión temporal que no cabe en los planes de negocio, y quizás tampoco, en la imaginación de muchos agentes del mundo empresarial.

En tercer lugar, la Alta Dirección está obligada a centrar una gran parte de su tiempo a los asuntos financieros. El impacto medioambiental puede pasar desapercibido. Sin embargo, para los intereses de las ONG dedicadas al medio ambiente, las finanzas no tienen la misma importancia que la naturaleza y el cambio climático.

Gestión de riesgos

En cuarto lugar, directivos y empresarios trabajan muy bien la gestión de riesgos, pero solo se fijan en un tipo de riesgo y cuando ocurren accidentes, tienden a lamentarse por las pérdidas a nivel estadístico. Los activistas y algunos políticos, en cambio, rechazan la idea de riesgo probabilístico y buscan causas de malversación o negligencia criminal.

En quinto lugar, los empresarios consideran a los estados como un mal necesario para la regulación del comercio y actúan respecto a ellos en dos sentidos: por un lado intentan limitar el papel del Gobierno al mínimo y por otro lado, intentan que sus resoluciones sean favorables a su sector. En el lado de los ecologistas, existe un gran escepticismo sobre el compromiso de los gobernantes con el medio ambiente y están seriamente preocupados sobre la influencia empresarial en la legislación. Finalmente, algunos de los empresarios no entienden a las personas que cuestionan la propia razón de ser de la empresa para la que trabajan y dedican su tiempo. Especialmente aquellos que están muy ligados a su negocio. No es extraño que consideren los rechazos al negocio en sí como una ofensa personal.

En conjunto, estas diferencias básicas explican la razón de gran parte de los desencuentros entre los puntos de vista del empresario y del defensor del medio ambiente.

Si queremos que los líderes de los negocios se impliquen más por el medio ambiente, y pienso que ésta es nuestra única salida, considero que los defensores del medio ambiente deben hacer un esfuerzo por entender su punto de vista.

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