La estabilidad política española es fundamental para que se afiance la recuperación económica. El futuro de Cataluña y, principalmente, el auge de Podemos en las encuestas está enturbiando el panorama y elevando el nivel de preocupación de los inversores extranjeros. Los directivos y empresarios están observando este aumento en sus reuniones fuera del país. Pero, de momento, son sólo palabras. Los hechos demuestran que pese a la preocupación la apuesta por España sigue siendo fuerte.
Las grandes fortunas, los fondos y las gestoras continúan desembolsando importantes cantidades de dinero en la compra tanto de deuda pública, bonos corporativos, acciones y activos de todo tipo. No atisban un cambio en el rumbo de la política española. Es decir, no pronostican la llegada al poder de Podemos. La formación que lidera Pablo Iglesias defiende la nacionalización de empresas de distintos sectores o una reestructuración -quita- en la deuda del Estado.
Confianza en España
Dos ejemplos claros de la visión que tienen los inversores sobre el devenir de nuestro país son los multimillonarios Warren Buffett y George Soros. El primero acaba de crear un sociedad inmobiliaria para adquirir viviendas en los próximos meses y configurar una socimi que cotice en bolsa. El segundo, después de relevantes operaciones en Liberbank o Bankia, tomará el control de FCC, compartido con Esther Koplowitz. Pondrá sobre la mesa nada menos que 650 millones para hacerse con más del 25% de la constructora.
Si estos inversores vieran en el horizonte cualquier peligro no depositarían ni un sólo céntimo. "Si gana Podemos, nadie invertirá ni un centavo", advirtió la semana pasada el presidente de Jazztel, Leopoldo Fernández Pujals, en una entrevista publicada por este periódico. El dinero es el primero en huir cuando hay miedo de por medio. Por eso, pese a la relativa intranquilidad que existe sobre el ascenso de la nueva formación política de izquierdas, de manera general el mercado confía en que el PP o el PSOE remonten hasta que se celebren las elecciones generales, dentro de doce meses.
La burbuja de Podemos estallará pronto
Los pronósticos, por ahora, se mantienen. La prima de riesgo sigue estable, en torno a los 130 puntos, sin registrar grandes alteraciones. Los fondos y las grandes fortunas continúan analizando cualquier tipo de oportunidad, principalmente en el mercado inmobiliario, gracias a la caída de precios de la crisis. Una llegada de Podemos al Gobierno nacional supondría la expropiación de viviendas vacías, tal y como se desprende de las líneas básicas del programa expuesto por su líderes. La imposición de esta medida supondría cuantiosas pérdidas para los inversores que han adquirido 'ladrillo' en los últimos tiempos.
Lo mismo ocurriría con aquellos fondos que participarán en la oferta pública de acciones lanzada por Endesa, que se desarrolla estos días, o en la puja por la filial de E.ON. Pablo Iglesias aboga por intervenir el precio de la electricidad, es decir, con bajadas sustanciales de las tarifas para los consumidores y, para ello, no descarta la nacionalización de las empresas más destacadas del sector. Por tanto, Podemos vive en una burbuja que estallará pronto. Ésta es, al menos, la apuesta de los inversores.