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Sin ambages: la OCDE nos dice que para que haya crecimiento tiene que haber desigualdad

  • Para la OCDE, si se quiere mayor crecimiento hay que asumir mayor desigualdad
El presidente de la OCDE, Ángel Gurría.

La dosificación de los informes de la OCDE sobre España conduce a sensaciones de desconcierto e inquietud. Un buen día aparece ante la opinión pública que el organismo reconoce la pérdida de ingresos familiares y la repercusión negativa de ello sobre la calidad de vida. En otro momento, se denuncia el alto paro y sobre todo el porcentaje de jóvenes nini (ni estudian ni trabajan) en España, el 25,9%.

Y tras estos datos la OCDE se descuelga con recomendaciones consistentes en subir el IVA, reducir las cotizaciones sociales y una mayor austeridad en las reformas.

¿Incongruencias, contradicciones? Nada de eso. Las perspectivas de la economía mundial hasta el 2060, viene a decir el último informe, no permiten mantener esperanzas sobre una recuperación asentada.

Se acabaron las alegrías

Se acabaron, por lo menos por mucho tiempo, las alegrías. Ni que decir tiene que para la inmensa mayoría que somos los otros, la advertencia escrita en la puerta del infierno de Dante se queda corta. El crecimiento se ralentiza débilmente y no se ven señales que permitan un optimismo.

La OCDE es tajante: viene a decir que si se quiere mayor crecimiento hay que asumir mayor desigualdad. De cajón. Por eso, cuando reconocen las negativas consecuencias de las políticas gubernamentales sobre las familias, no denuncian ni ponen en cuestión el modelo. Simplemente describen mientras lanzan el mensaje de que puede ser peor.

Esta exhibición de amoralidad so capa de objetividad científica, sólo es posible en la medida en que los tradicionales y teóricos adversarios del sistema hace tiempo que dejaron los principios, el estudio riguroso y alternativo junto con el enraizamiento popular.

Por eso, constituye una inmensa muestra de ceguera mental cuando no de complicidad con el engaño, seguir repitiendo los mantras de la recuperación, el crecimiento y el empleo. La realidad les da miedo y juegan dolosamente a engañar y a engañarse.

Julio Anguita, excoordinador general de IU.

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