Firmas

Inasumible incremento de costes para una industria exportadora

Basada en el aprovechamiento de la madera, un recurso natural y renovable con enorme potencial en España, y en el reciclado, el papelero es un sector clave para el futuro industrial de nuestro país.

Con 11 fábricas de celulosa y 71 de papel, que producen 8,2 millones de toneladas -6º mayor productor de papel y 5º de celulosa de la UE-, de las que la mitad se exportan, el sector factura 4.350 millones de euros y mantiene más de 17.000 empleos directos y 85.000 indirectos.

El proceso papelero es intensivo en consumo de energía eléctrica y vapor, tanto que supone el 10% del total de la energía consumida por la industria en España. Esta energía es producida mayoritariamente por el propio sector en plantas de cogeneración situadas al lado de las fábricas.

La cogeneración es energía eficiente que ahorra energía primaria y reduce emisiones. Para generarla, se utiliza biomasa (37%) y gas natural (61%). El valor de la electricidad generada supone el 15% de la facturación sectorial, en línea con el peso de la energía en su escandallo de costes

La reforma eléctrica ha ido penalizando nuestros costes energéticos: 115 millones por los impuestos al gas, a la generación y la subida de precio de la electricidad comprada; recortes del 17% en la retribución un 17% a instalaciones de más de 10 y 15 años; déficit por la no asignación al CO2 emitido para cogenerar con un impacto de 3,5-7 ?/MWh producido; 80 millones más de penalización por eliminación del complemento de eficiencia y la bonificación por reactiva; y ahora se añade la propuesta de Orden Ministerial que supondría 220 millones más de penalización.

El Gobierno ha infravalorado el impacto de la reforma sobre la industria papelera: un sector exportador no puede repercutir en precio los incrementos de costes sufridos por decisiones de ámbito nacional, por lo que perdemos automáticamente nivel de competitividad.

Los costes energéticos son el ser o no ser de esta industria que apostó por la cogeneración como la herramienta más eficaz -posiblemente la única- para competir dados los altos costes de la electricidad industrial en España.

La Reforma Energética ha disparado los costes energéticos del sector. De aprobarse la orden ministerial, el incremento será inasumible y provocará cierres, deslocalizaciones y pérdida de las exportaciones. El Gobierno no entiende que la cogeneración es parte de nuestro proceso productivo, que está casada con nuestra industria y no hay divorcio. Si matamos la cogeneración matamos a la industria.

Eduardo Querol, presidente de Aspapel.

Tribuna de opinión incluida en la edición de marzo de la revista Energía. Suscríbete gratis.

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