
La Comisión Europea abre un expediente a siete clubes de fútbol españoles por posibles ayudas del Estado, secreto que García Margallo convirtió en voz populi. Recae la responsabilidad de la misma en Joaquín Almunia, español y socio del Athletic, situación que ya ha sido motivo de comentario por parte de la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O´Reilly, algo inaceptable. Almunia ha dejado claro que es un profesional, recuérdese el caso de los astilleros españoles. La irlandesa debería como mínimo pedir disculpas e incluso presentar la dimisión por su bajeza moral.
La investigación se enfoca hacia tres situaciones diferentes. En primer lugar Athletic, Osasuna, Barcelona y Real Madrid son clubs deportivos y no Sociedades Anónimas Deportivas, SAD. La primera se produce porque con la Ley 10/1990 presentaban una situación patrimonial saneada. La buena gestión permitió a estos clubs seguir siendo patrimonio de sus socios; es decir, fue la buena gestión económica la que salvaguardó a estas entidades, para orgullo de sus socios, de convertirse en SAD. Se recuerda aún la fabulosa gestión que Fermín Ezcurra realizó al frente del equipo de Pamplona.
Por cierto ser un club deportivo para los seguidores de alguno de estos equipos es una seña de identidad, algo que llevamos en los genes los socios de los mismos. Conviene recordar que en Europa no hay ninguna norma que obligue a un determinado modelo societario para participar en un mercado, sino que la figura de club viene recogida incluso en nuestra Constitución, concretamente en el artículo 22.1 y 34.1.
El problema reside en que el tratamiento de estos cuatro clubs en el Impuesto de Sociedades, Ley 43/1995, puede ser más ventajoso que la de las SAD, pues concurriendo determinadas circunstancias hay exenciones importantes de tributación sobre ingresos y plusvalías. No es una característica exclusiva de los cuatro clubes, sino común a las entidades sin fines de lucro, como lo es para las fundaciones.
No puede existir incumplimiento en la forma jurídica adoptada por estas cuatro entidades, si pudiera haber una ventaja en la tributación; ahora bien, la Comisión de Competencia debe demostrar que un beneficio fiscal legal, no exclusivo y con casi 25 años de antigüedad se convierte en una ayuda del Estado. Esto es lo que debe probar Competencia, que existe un trato beneficioso por la diferencia de tributación. De quedar probado habría que ver si existe prescripción o no y, en caso de no haber prescrito, realizar declaraciones paralelas e ingresar el importe diferencial. Asimismo, debería procederse a cambiar el marco fiscal para subsanar el trato de favor que podría desprenderse
Los avales de la Generalitat valenciana
El segundo de los frentes abierto se refiere a los avales, 118,6 millones de euros, otorgados por la Generalitat valenciana a Valencia Elche y Hércules. La Generalitat viene volcándose en el deporte, y no solo en el fútbol. Ahí tenemos la Fórmula 1 o la copa América que prueban mi afirmación.
El problema estriba que dada la quiebra de estos tres clubs, actualmente la Generalitat es el máximo accionista, algo que por cierto prohíbe la ley, Real Decreto 1251/1999 Artículo 17.2. Cabe también decir que precisamente sobre el aval al Valencia la situación puede judicializarse en nuestros tribunales dado que la Audiencia Provincial de Valencia ha pedido en noviembre de este año investigar esta operación que se llevó a cabo en verano de 2009.
Es evidente la ayuda, pero no debería olvidarse que la CE permite favores para empresas en crisis. El problema radica en que la ayuda se supedita a la presentación de un programa de reestructuración y viabilidad para volver a la rentabilidad. Hasta el momento no se ha llevado a cabo este trámite pues recordemos que la ausencia de un plan de viabilidad por parte del Valencia ha sido la causa para que Bankia exija la llegada de nuevos inversores, algo por lo que la directiva del Valencia cargó contra la entidad que preside Goirigolzarri y que por cierto tiene domicilio social, precisamente, en Valencia.
No había una mala actuación de Bankia, como ahora se ha descubierto. Lo que hay es un grave problema de gestión empresarial tal y como ahora se pone de manifiesto, la directiva de los clubs deberían ser conscientes de que gestionan una Sociedad, en el caso del Valencia SAD. Pero aquí me surge otra duda pues los avales parecen ser ayudas, pero no la publicidad en las camisetas. Digo esto porque el Villareal ha recibido 20 millones pagaderos en cinco años por la Generalitat por llevar en sus camisetas publicidad del aeropuerto de Castellón, aeropuerto que como todo el mundo sabe no tiene aviones.
Las ayudas hacia el Madrid
Queda una última investigación: la ayuda hacia el Madrid. Estaríamos hablando de la permuta de terrenos una operación que en trece años supuso unas plusvalía del 3.700 por ciento, pasando de un valor de 595.000 euros a 22 millones. Ahora bien antes de sacar conclusiones, algo que parece que la Comisión ya realiza, es necesario ver la evolución del precio del suelo desde 1998 a 2011 en Madrid, teniendo presente el cambio de uso del mismo, no vaya a ocurrir que haya que rebajar, incluso plantearse si realmente hubo ayudas.
En todo caso no deberíamos hacer una defensa numantina frente a Bruselas. La relación poder, constructores y clubes de fútbol es un hecho. Además, en muchos casos, la gestión de las entidades ha sido, cuanto menos, censurable. Los clubes de fútbol deben unos 3.600 millones, de ellos 600 millones de euros son a Hacienda.
Miguel A. Bernal Alonso, profesor y coordinador del departamento de investigación del IEB.